capitulo 21

Peter arrancó el coche con violencia y le echó una mirada mortífera a Lali. Pero ella intentó ignorarla. -Siempre desafiándome, ¿verdad? -murmur Peter mientras encendía la radio del coche. Estaba sonando una canción triste de amor, con un estribillo que se repetía muchas veces «siento mi corazón enfermo por ti». Lali levantó la mirada y sonrió a Peter. -¿De qué te ríes? -preguntó Peter. -Siento mi corazón enfermo por ti -dijo Lali tarareando la canción. Katy estaba muerta de risa. A Peter le sentó muy mal que se rieran de él. Levantó la mano y le agarró a Lali del pelo. -Me sacas de quicio, Lali -dijo Peter y la soltó al oírla gritar-. La vida estaba muy tranquila hasta que llegaste tú. -¿Eso es lo que tú piensas? Yo creía que era por culpa de tu mal carácter. -Ten mucho cuidado, señorita- le previno Peter-. Con el tiempo, estarás indefensa. Lali sabía lo que quería decir, pero se sentía con el suficiente valor como para mofarse de él. -No me asustas -contestó Lali-. Mis antepasados sobrevivieron a los aventureros políticos y a la guerra. Yo creo que sobreviviré a ti. -Nosotros tuvimos en la familia apaches y comanches -dijo Peter mirando a Lali-. De hecho, mi abuela era una mujer apache. «Eso explica su pelo negro y su aspecto tan fuerte», se dijo Lali. -Y además, se puede demostrar. Tenemos fotografías de algunos primos lejanos. Dile a Katy que te las enseñe. -Oh, sí -contestó Katy-, en algunos están con un arco y unas flechas. Y también con un cuchillo y un manto de búfalo. -Yo solía leer mucho sobre Cochise y los Apaches Chiricahua -dijo Lali-. Las historias del Oeste eran las que más le gustaban a mi padre. Tenía álbumes con fotos antiguas de la guerra. Algunas eran muy bonitas. Involuntariamente, Lali se quedó mirando el rostro de Peter, que estaba sin afeitar. -Algunos hombres apaches toman a las mujeres blancas para que les guarden la casa -le dijo él. Lali miró por la ventanilla. -Allí hay un árbol de Navidad -dijo Lali-. ¿Podrías parar? Peter paró junto a la acera. Katy salió corriendo hacia donde estaban los pinos y los abetos. -Es una estupidez -dijo Peter-. ¿Por qué compramos un árbol teniendo tantos en el rancho? -Porque este dinero va a parar a niños que no tienen otra cosa en Navidad -contestoLali-. Suponte que Katy hubiera vivido como alguna de esas familias de las casas que hemos pasado,Peter. La mirada de Peter fue muy fría y penetrante, y Lali sintió que le temblaba todo el cuerpo. -El dinero no da la felicidad -continuó Lali-. Yo lo sé demasiado bien. Pero la falta de dinero puede causar mucha desgracia. Peter vio que Katy estaba señalando un árbol. -Ya ha encontrado uno que le gusta -dijo Peter a Lali-. Tú tendrás que decorarlo. -Me encanta decorar árboles de Navidad. Compraremos muchos adornos para ponérselos. -Sí, ya lo sé -dijo Peter con una sonrisa-. Un pavo y un jamón.