Thursday, March 17, 2016

capitulo 52

-¿Quieres decir que debería aprender de ella? -le preguntó Lali-. ¿Crees que podría enseñarme a ser una libertina? -Tú la odias, ¿verdad? -le preguntó Peter-. ¿Es porque tienes envidia del éxito que tiene con los hombres? -¡Maldito seas! -No tienes muy buenos modales, señora Lanzani -le dijo Peter-. Sabes, desde que estás aquí, has mejorado mucho. Sigues siendo una señorita, pero más humana. -¡Mira quién habla de humanidad! -le dijo Lali con una sonrisa cínica-. ¿Qué sabes tú de eso? -¿Es una pregunta o un reto? Una vez te pedí que durmieras conmigo y tú no aceptaste. Supón que yo paso por alto tus deseos y te impongo mi voluntad. Lali sintió pánico. Todavía era demasiado vulnerable a él, y necesitaba tiempo para poner en orden sus pensamientos acerca del matrimonio. -No, por favor. No lo hagas -susurró Lali. -¿Y si te prometo ser amable y no herirte? Lali sintió que se iba a desmayar por la manera en que la estaba mirando. Apenas podía respirar por el rápido latido de su corazón. Lali no podía hacer ahora lo que Peter quería de ella. Todavía no. -No me voy a andar con rodeos, ya te lo dije la pasada noche. -Ya sé que me lo dijiste, pero no te creí -dijo Peter poniéndose de pie-. ¡Tú me deseabas cuando nos casamos! -Sí. Eso es cierto. Y tú me lo echaste en cara hasta que lo aborrecí. -Creo que sí. Pero tú no pensabas lo mismo el otro día cuando... estabas sentada en el columpio de la entrada. Lali intentó evitar su mirada. -Pero eso fue entonces. No ahora -contestó Lali. -¿Y qué ha cambiado? -Tú -contestoLali con firmeza-. No sé qué hacer contigo. No me atrevo a confiar en ti. Primero me obligas a casarme contigo tan sólo por las acciones. Después, quieres acostarte conmigo y procuras herirme lo máximo posible. Y ahora dices que quieres llevar un matrimonio como Dios manda. Algunas veces pienso que disfrutas torturándome. -¿Es eso lo que crees? -preguntó Peter acercándose a la cama-. Lali..., ¿por qué tenemos que pelearnos? Yo soy el primero en admitir que te he dado muchas razones para que no confíes en mí, pero tenemos que llegar a un acuerdo. -¿De veras? -preguntó Lali con la mirada baja. Peter extendió la mano y le levantó la barbilla. -Últimamente estás muy cambiada -murmur Peter cambiando de tema-. Tu rostro es más redondo y tus senos han aumentado. Peter bajó la mirada hasta sus senos y Lali se sonrojó. -Gracias por traerme la cena -dijo Lali. -¿Sólo me das las gracias y las buenas noches? -dijo Peter poniéndose de pie-. Hace tiempo te tuve en la palma de mi mano, Lali. Fui un estúpido al no darme cuenta de ello antes de que fuera demasiado tarde - dijo Peter mientras recogía la bandeja-. Que descanses, cariño. Quizás seamos capaces de arreglarlo todo. -¿Está Crystal todavía levantada? -le preguntó Lali a Peter cuando se dirigía a la puerta. Peter se dio la vuelta y la miró. -Sí. ¿Estás celosa, cariño? -¡Márchate! Odio a los hombres, te odio a ti y odio a Crystal. Odio al mundo entero. Peter se limitó a sonreír. -Cuando te canses de rumiar, ven a buscarme. Descubrirás que es más fácil de lo que tú piensas.

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