Saturday, March 19, 2016

capitulo 58

-Ahora estoy arrepentido. Quise que Crystal se quedara más tiempo aquí para que su amigo francés la echara de menos y viniera a buscarla. Y también para que tú te sintieras celosa. Si me hubiese imaginado lo que iba a ocurrir no lo habría hecho. Si tú te hubieses hecho daño o hubieses perdido al niño, no hubiera podido seguir viviendo. -Y tú no sabías que yo me pondría así por un beso inocente -le dijo Lali. -Exactamente. Ella estaba muy nerviosa porque se iba a reconciliar con el hombre al que quería. Ahora me arrepiento de haberle dejado que me besara-le dijo Peter acariciándole el rostro-. Y era ella quien me estaba besando... y no al contrario. Yo sólo te quiero a ti. El rostro de Lali sé iluminó ante esa observación. La mirada de Peter estaba llena de ternura y no hacía falta decir ni una sola palabra para saber lo que los dos estaban sintiendo. Peter le acarició el vientre y deslizó la mano hasta llegar a su pecho. El cuerpo de Lali ya ardía de pasión cuando él se acercó para besarla. En ese momento entró el doctor Barnes y se sentó en una silla para hablar del bebé. Ignorando el agradecimiento de los padres les dio el nombre de un buen tocólogo y felicitó a Peter. Se acercó a Lali y le dio unas vitaminas para que se las tomara durante el embarazo. -A partir de ahora tiene que comer correctamente -dijo el doctor Barnes-. Está un poco delgada. -Comerá aunque tenga que forzarla -dijo Peter. Lali le miró y el doctor Barnes sonrió. -Así me gusta -le dijo el médico-. Tiene que ponerse en contacto con este tocólogo para concertar una cita. El cuidado prenatal es muy importante. A propósito, si les interesa asistir a un cursillo sobre la gestación y el parto, en el hospital se dan clases. El tocólogo les podrá hablar más acerca de eso de todas formas. -Me gustaría asistir -dijo Lali. -Y a mí también -murmuró Peter-. Iremos juntos. Lali tuvo que apartar su mirada de Peter debido al placer que le produjeron esas palabras. El doctor se marchó. El resto de la mañana pasó tan rápidamente, que cuando Lali se quiso dar cuenta, Peter ya la había llevado a casa. Lali se sintió diferente cuando llegó a su casa y Katy comenzó a abrazarla. Peter estuvo faroleando como un padre orgulloso. Todo el tiempo estuvo pendiente de Lali por si quería algo. Y por si fuera poco, cuando Lali, Katy y Aggie se disponían a ir a misa el domingo, se encontraron con que Peter las estaba esperando. -¿Vas a venir con nosotras a la iglesia? -preguntó Lali. -¿Es que es extraño que un hombre vaya con su familia a la iglesia? -No, desde luego que no -dijo Lali. -Entonces, date prisa y no nos hagas llegar tarde -le dijo Peter a Lali. Cuando llegaron a la iglesia, el ministro metodista se quedó sorprendido cuando vio a Peter sentarse en un banco con su familia. Pero en seguida se repuso y sonrió. Lali, teniendo a su marido al lado, era la mujer más feliz del mundo. Fue algo muy especial que Peter se dirigiera de buena gana a la casa de Dios. El hombre tan frío con el que ella se había casado hacía unos cuantos meses, era ahora completamente diferente. Peter se esforzó por cantar. Parecía como si no lo hubiese hecho desde hacía mucho tiempo, pero a Lali le pareció que lo hacía muy bien. Le miró y se sonrieron. Esa sonrisa fue suficiente para que ella entendiera lo que quería decir. Esa noche, Lali metió a Katy en la cama y no se quedó mucho tiempo con ella, como solía hacerlo. Le dijo que le dolía mucho la cabeza y con eso se excusó. Pero aquello era una mentira. En esa ocasión, Peter estaba primero. Lali oyó el grifo del agua antes de pasar a la habitación de Peter y tuvo que armarse de valor para entrar. Pasó y cerró la puerta.

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