Wednesday, March 16, 2016
capitulo 45
Lali se detuvo antes de llegar a la cocina y no quiso darse la vuelta para mirar la mirada de alegría que
tenia Peter ni oír los halagos que estaba recibiendo de Crystal.
-Me apetece un café. Voy a poner la cafetera.
Lali no volvió a mirar a Peter a los ojos durante toda la noche. No podía soportar el recordar cómo la
había excitado. Lali se mantuvo apartada de su camino hasta que pudo escabullirse e irse a la cama.
-¿Por qué no viniste con nosotros? -le preguntó Katy a Lali mientras se dirigía a la habitación-. Te
echamos de menos. Crystal dijo que debíamos haberte convencido para que vinieras.
-Tenía muchas cosas que hacer, cariño -dijo Lali con una sonrisa-. Me alegro de que te hayas divertido.
-En realidad, no me divertí -dijo Katy-. Con Crystal te lo pasas muy bien, pero se pasa todo el tiempo
hablando y nadie más puede decir una palabra.
Los ojos de Lali se nublaron. Se abrazó a Katy y le dio un beso.
-Te quiero -susurró Lali.
-Yo también te quiero. Buenas noches, Lali. ¿No es maravilloso que papá esté en casa?
-Es estupendo, cariño.
-Dijo que subiría a la habitación más tarde para arroparme.
-Buenas noches, cariño -le dijo Lali.
-Que duermas bien, Lali.
Una vez en la habitación, Lali se puso el camisón y se metió en la cama. Sintió náuseas y notó que el
aumento de sus senos se hacía incómodo. Algo que debería haber tenido hace tres semanas, todavía no le
había venido, y se sintió un poco nerviosa. Tenía el presentimiento de que iba a darle un hijo a Peter.
Inconscientemente, se pasó las manos por el vientre. Un hijo. Un hijo con los ojos verdes y el pelo oscuro,
o una niña que se pareciera mucho a Katy. Lali sonrió. Aunque perdiera a Peter, por lo menos tendría a su
hijo. Podría darle todo el calor y el cariño que ella hubiera querido darle a Peter. Pero Peter no la amaba.
Él sólo quería su cuerpo y, desde que había llegado Crystal, ni siquiera eso.
¿Que ocurriría si Crystal quisiera a Peter? Ella estaba jugando sus cartas y Lali no podía imaginar por qué
Crystal se quedaba en la Gran Mesquite tanto tiempo. ¿Por qué no se iba a Oakgrove, a Francia o a
cualquier otro sitio? Pero sería muy poco cortés decirle que se marchara. De todas formas, Peter no la
dejaría marchar. Él... se preocupaba por ella, y se divertía con ella. Lali golpeó la almohada con mucha
rabia.
Mientras Lali pensaba en esto, se abrió la puerta de la habitación y entró Peter.
Llevaba puestos los pantalones del traje y tenía la camisa desabrochada. Parecía muy cansado.
-¿Sí? -preguntó Lali.
-Así que hemos vuelto a lo de antes, ¿verdad? Las barreras todavía están levantadas y por eso no puedo
acercarme a ti.
-¿No puedes?
-Físicamente, sí -contestó Peter.
Se metió las manos en los bolsillos y se acercó a la cama. Se quedó mirando a Lali y ésta se sonrojó.
-Eso era todo lo que querías, ¿verdad? -preguntó Lali.
-Así fue al principio. He debido hacerte mucho daño.
-No te preocupes, Peter. He sobrevivido-contestó Lali bajando la mirada.
Peter se sentó en la cama y Lali se apartó de él.
-¡Oh, Dios, no hagas eso! -gritó Peter-. No podría hacerte daño. Si tú no quisieras, ni siquiera te tocaría.
Lali se relajó un poco, pero aún permanecía algo tensa.
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