Tuesday, March 15, 2016

capitulo 33

-Oh, claro que lo hay -contestoLali . Mi mente y mi corazón. Tú no conoces nada de eso. -Pero no me importa -dijo Peter-. Tu cuerpo es lo único que me interesa. Acércate. -¡Vete al infierno! -Es Navidad -le recordoPeter con una sonrisa arrogante-. Acércate o le diré a Katy que no me quieres. -De acuerdo. Ésa es toda la verdad. Peter se inclinó y la agarró por la muñeca. La tumbó en la alfombra y la inmovilizó agarrándola por las muñecas. -Lucha conmigo -susurró Peter con una sonrisa-. Lucha conmigo, Lali, y ya veremos quién gana. En el rostro de Lali se reflejaba toda la furia que sentía. A Peter le gustaba dominarla. -Esto está mejor -dijo Peter mientras acercaba sus labios a los de Lali-. Ahora, abre la boca como lo hiciste esta noche pasada y vamos a emborracharnos el uno del otro. La mente de Lali se rebelaba incluso cuando su cuerpo obedecía a Peter, Lali intentó mostrarse fría, pero Peter era muy apasionado y a ella le gustaba la severidad y la fuerza de su abrazo. Y también le gustaba lo excitado que se ponía Peter cuando la tenía en sus brazos. -¡Oh... Lali, sigue así, me gusta! -susurró Peter. Lali le abrazó y sintió todo el peso de su cuerpo encima de ella. -Katy... está al llegar -susurró Lali. -Las oiré cuando se acerquen -dijo Peter en voz baja. Lali sintió una mano por su cintura, que se deslizaba hasta llegar a sus senos. Los acarició y Lali estuvo a punto de soltar un grito ante tanto placer. La forma en que la acariciaba los senos hizo que perdiera el control. Intentó soltarse, pero no pudo. El placer era demasiado fuerte. Peter se apartó un poco. En sus ojos había una mirada de deseo. -Esta noche dormiremos juntos. Te tendré de nuevo -dijo Peter volviéndola a besar-. ¡Oh, Dios mío, te deseo! Peter se apartó a un lado para que Lali se diera cuenta de todo su ardor. -Tú puedes sentirlo, ¿verdad? -dijo Peter-. Un hombre no puede ocultar sus deseos, igual que lo hace una mujer. Te he estado besando y ahora quiero más. Desearía poder saciarme de ti y tú lo sabes. Eres una mujer peligrosa...Peter se levantó y se sentó en una silla. Cogió de encima de la mesa un cigarrillo y lo encendió. Lali se sentó y se colocó el pelo. -Estás muy bien -le dijo Peter-. Nada parece perturbarte, ni siquiera rodar por el suelo conmigo. Lali se puso de pie con mucha elegancia. Cogió el papel de envolver y lo metió en una de las cajas de Katy. -¿No tienes nada que decir? -preguntó Peter. -¿Qué te gustaría que te dijera? Soy vulnerable contigo. No puedo evitarlo. No tengo la experiencia suficiente para aparentar que no me gusta lo que me haces, pero no es agradable por tu parte reírte de mí. Peter se echó a reír. -Yo nunca he pretendido ser agradable contigo.

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