Friday, August 28, 2015

capitulo 11

Alguien en Cerdeña; alguien muy cercano a él, pensó Lali. De pronto se sintió más aliviada, al quitarse de encima el peso de la responsabilidad. Estaba muy cansada, pero sin embargo pensó que se lo tenía que repetir otra vez:
-Por nada del mundo hubiera aceptado tu dinero, Peter.
Peter sonrió.
-Te creo -respondió-. Pero tendremos que descubrir al culpable, ¿no crees?
-Claro, claro -contestó Lali, agradeciendo que él hubiera aceptado que ella estaba diciendo la verdad, pero un poco avergonzada por toda aquella situación.
Pero de pronto, se dio cuenta de la razón por la que Peter la había querido ver. ¡Para hablar del dinero! Por mucho que odiara a su ex marido, el hecho de que la hubiera estado enviando todo aquel dinero para mantenerla, la hacía sentirse culpable.
-¿Y crees que debería caer todo el peso de la ley sobre esa persona?
-¡Nunca pensé que fueras tan alfeñique! Quien sea el culpable tendrán que juzgarlo y meterlo en prisión. No descansaré hasta no pague por lo que ha hecho.
Peter le estiró la sábana, sin que ella se diera cuenta.
-Entonces me has invitado para hablar de lo del dinero...
-Tengo que admitir que en un principio pensé que tú estabas enterada del fraude. -Ya entiendo -respondió ella, intentando ser justa, mientras se le entornaban los ojos de cansancio-. Será mejor que me traslades a otro sitio, Peter...
-¿Porqué?
-Porque no creo que mi seguro pague por estos lujos...
-No te preocupes. No tendrás que reclamar ningún gasto.
Peter tenía una voz tan suave que no pudo evitar bostezar.
-No quiero que pagues tú la factura.
-No hay que pagar nada.
-¿Cómo dices?
-Duérmete, cara.
Justo antes de caer en un profundo sueño, se preguntó cómo se le habría ocurrido a Peter sacar aquella fotografía de la boda en la enfermería de un convento. Pero tampoco era tan importante, y seguro que habría alguna explicación razonable. Por lo menos, sabía la razón por la que Peter pensaba que todavía estaban casados. La persona que había cometido aquel fraude no le había comunicado que el matrimonio había sido anulado, para así seguir recibiendo el dinero.
Cuando Lali despertó de nuevo, era casi medio día. Salió de la cama. Aparte de un ligero dolor de cabeza en la nuca, se sentía mucho mejor. Se dirigió al cuarto de baño y lo miró con admiración. Era un baño muy lujoso. Era imposible que hubiera un baño de esas características en la enfermería de un convento. Seguro que estaba alojada en un hotel. Sacó el cepillo de dientes que había en la repisa y clavó la mirada en el espejo.
¿Sería aquélla la habitación de Peter? ¿Se la habría cedido para que descansara? ¿Sería esa la razón por la que estaba allí aquella foto? ¿Por qué conservaba todavía Peter una fotografía enmarcada? Sólo se le ocurría una explicación. Apretó tanto los labios que casi se le duermen. Seguro que la había utilizado para no comprometerse demasiado con sus amantes. Aunque si de verdad Peter seguía pensando que estaba casado con ella... Diamond Lil... ¿Cuánto dinero habría enviado a los bolsillos de la persona que había cometido el fraude? Había gente que era despreciable.

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