capitulo 40

—Hola... soy Lali —dijo ella echando a caminar—. Y. a propósito. Peter, no voy a firmar ningún acuerdo prenupcial.
  Lali cerró la puerta del dormitorio tras ella. Un segundo después Peter volvía a abrirla Pero ya no parecía divertido ni tenía aire burlón.
—Agustin y Tally han oído eso último —dijo él en tono de reproche.
— ¿Y por qué habría de importarte eso? —preguntó Lali encogiéndose de hombros, con un nudo en el estómago—. No se puede decir que seas precisamente Don Sensible. Y, en cuanto a ese acuerdo, sí esperas que yo confíe en ti, yo espero que tú confíes en mi también
—Peter se apoyó sobre la puerta y la escrutó. Pero no dijo nada, cosa que enfureció aún más a Lali—. Después de todo, tú mismo has dejado bien claro que este es un matrimonio de conveniencia, que es por el bien de nuestro hijo —continuó Lali—. Quizá ya no esté muy segura de que trato voy a recibir después de la boda.
— ¿Cuándo te he dado motivos para que dudes de mi sinceridad? —exigió saber Peter.
  Lali se volvió y respiró hondo. Tenía las manos nerviosamente enlazadas
—Alguien me ha dicho que tú mantenías relaciono con Maria hasta hace muy poco.
—Así que se trata de eso... Maria y yo hemos sido buenos amigos durante años. De hecho fue ella quien me proporcionó los muñecos de peluche y la ropa de Santino el día en que tú abandonaste la casa de los Amadeo.
— ¿Buenos amigos? —repitió Lali insegura, frunciendo el ceño.
—Sí, jamás hubo atracción sexual entre nosotros, ninguno de los dos la sintió — explicó Peter secamente Maria sí mantiene una relación íntima pero no conmigo, sino con un científico que lleva un año entero trabajando en el extranjero Ella se ha quedado en Inglaterra porque tiene un negocio que atender.
  Lali se quedó mirándolo con los ojos muy abiertos, y después se puso colorada. La forma de hablar de Peter, Su mirada incisiva resultaba muy convincente, muy sincera.
—Ese «alguien» al que te has referido… era Agustin, ¿verdad? —continuo Peter despreciativo—. No pierde una oportunidad de causar problemas Pero eres tú quien me decepciona, Lali. Hablas de confianza y sin embargo has sido incapaz de venir a preguntarme directamente…
—Dices que tu re es simplemente de amistad… y no obstante no me crees cuando yo te doy exactamente la misma explicación a ti...
— ¡Agustin le deseaba, la Situación era diferente!—razonó Peter sin ceder un milímetro
Luego abrió la puerta Su rostro expresaba ira. Lali se mordió el labio inferior
—Peter… te oí hablar con Maria por teléfono esta mañana, y no sonó a una conversación entre amigos, precisamente, aunque quizá lo malinterpretara —musito Lali hablando cada vez más deprisa—. Decías que no querías que yo sospechara lo que tramabas, y que no querías verla hasta después de la boda...
—Lo entenderás todo después de la boda. Hasta entonces, me temo que vas a tener que confiar en mí —afirmó Peter con una sonrisa irónica, cerrando la puerta.
  Lali estaba tan exhausta, que rompió a llorar. Quizá se hubiera enfadado por nada pero, ¿por qué se habían referido a una cama? Peter se había mostrado frío, tranquilo, superior. Lali hubiera deseado saber cómo habría reaccionado si las cosas hubieran sucedido al revés. Pero en realidad lo sabía: Peter se habría enfrentado a ella de inmediato. Abierta y sinceramente.
En ese momento, llegaron las maletas y una sirvienta dispuesta a deshacerlas. Lali salió a buscar a Peter, pero se había marchado a los establos con Santino. Su padre le recordó que aquella noche era fiesta para los sirvientes. Eso significaba que la familia cenaría fuera y volvería tarde a casa.
Alguien llamo a la puerta mientras Lali trataba de decidir qué ponerse. Era Agustin Entró sin ser invitado, y se acercó a la cama.
— ¿Qué quieres? —preguntó Lali directa.
—Supongo que te debo una disculpa por lo que hice hace dos años y medio.
—Bien... ¿algo más?
—Fui muy antipático contigo la otra noche, pero no esperaba verte aquí y, francamente, fue una de las peores noches de mi vida.
—Sí, supongo que sí pero, ¿de dónde te bus sacado la idea de que Peter estaba a punto de casarse con Maria?
—Bueno, creo que exagere un poco... —contestó Agustin poniéndose colorado. con mirada evasiva.
— ¿Un poco? —repitió Lali despectiva.
—Bueno… yo sabia que no eran más que amigos, es que me puse furioso viéndote con Peter otra vez —confesó Agustin —.Detesto ver que siempre consigue lo que quiere.
Tally dice que me porté muy mal con Vosotros, manteniéndoos separados
—No fuiste tu quien nos mantuvo separados, Peter ya me había arrojado fuera de su vida
—Bueno, ¿quién podía saber cómo acabaría todo? Lo cierto es que Peter apareció por aquí unas cuantas Semanas más tarde. Parecía como si creyera que tú estarías aquí, esperándolo como Penélope, a pesar de haberte rechazado… pero no estabas, estabas pasándotelo bien, conmigo.
— ¿De qué estás hablando?
—Si yo hubiera sido un persona noble, habría dado un paso atrás y habría dejado claro que entre tu y yo no había nada, pero no lo soy. No di ese paso. En el fondo, disfrutaba pensando que Peter quería que volvieras con él mientras estabas conmigo.
—Aquella vez, cuando vino de visita... ¿quería que volviera con él? —preguntó Lali en un susurro— ¿Te lo dijo él?
—Lali... ¿crees de verdad que Peter ha confiado alguna vez en mí? —inquirió a su vez Agustin.
—No... pero has dicho que...
—Era evidente que tú eras la única razón por la que había vuelto. A la mañana siguiente se fue directamente a Atenas, en avión —Agustin suspiró al ver la mirada
desolada de Lali—. Él era su peor enemigo, Lali. Podría haber puesto las cartas sobre la mesa entonces y haberte dado una oportunidad…
  Lali desvió la cabeza mientras recordaba cómo se le había acercado Peter aquella noche.
—Trató de hablar conmigo… pero yo no le presté realmente la atención que necesitaba
—Sí. yo entonces lo encontré muy divertido —le confesó Agustin—. Todo el mundo, excepto Peter, sabía que tú siempre habías estado loca por él.
La puerta se abrió sin previo aviso. Peter se quedó he lado en el umbral. Agustin soltó una palabra malsonante
Los ojos llorosos de Lali se enfrentaron directamente a la mirada , agresiva y brillante de Peter.
— Esto es lo más cerca que he estado nunca de la cama de Lali... soy sincero —se apresuró a decir Agustin— ¡Por el amor de Dios, Peter... cambia esa cara antes de que me dé un ataque al corazón!
  Peter giró sobre sus talones y caminó a grandes zanca das hacia el corredor. Lali quiso seguirlo. pero Agustin Se interpuso en su camino.
—Dame una oportunidad para mostrarme sincero por una vez, no quiero volver a verme mezclado en nada de esto. Ahora tengo a Tally y, aunque tú sigas gustándome mucho, definitivamente eres el tipo de Peter. A mí no me gustan las pasiones intensas ni los dramas, aunque a vosotros dos os gusten tanto.
  Lali se lavó la cara con agua fría en cuanto Agustin se hubo ido. De modo que Peter había vuelto en aquella ocasión, dos años y medio atrás, solo para verla. ¿Sería cierto? ¿No había sido ella también entonces, con su orgullo herido por el rechazo de Peter, su peor enemiga? La sospecha la inquietaba.
—Tu presencia tiene un efecto maravilloso sobre Peter—señaló Alejo cuando Lali entró a recoger a Santino al salón—. Mi nieto siempre ha sido una persona seria, racional y de buen temperamento, pero contigo hace cosas extraordinarias.
— ¿Como qué, por ejemplo?
—Como por ejemplo colarse en su propia casa como si fuera un ladrón, con rosas y champán. El detesta las flores… y el champán. O como salir de repente, como sí fuera una tormenta, pan montar en el Ferrari y marcharse... — ¿Peter ha salido? —preguntó Lali sonrojándose.
  Alejo asintió. Lali se llevó a Santino a cenar. Su hijo estaba agotado. Estaba ya medio dormido cuando lo sentó en la trona, y era incapaz de tomar su baño. Lali le puso el pijama y lo metió en la cama. Tally, la novia de Agustin, asomé la cabeza para verlo.
Tras conversar sobre lo que iban a ponerse esa noche, Lali y Tally se despidieron en la puerta de Santino. A Lali le costaba concentrarse, no hacia más que pensar en cuándo volvería Peter, si es que iba a volver y en si habría boda al fin. No estaba acostumbrada a ver a Peter evadiéndose de los problemas en lugar de enfrentarse a ellos.
Le debía a Peter una explicación acerca de Agustin. Jamás había tratado de explicarle esa relación de modo que tuviera sentido para él. Era natural que se sintiera incómodo, Su primo era parte de la familia, aparecería en sus vidas con regularidad. Lo único que Peter le había pedido era que le dijera la verdad, pero se había mostrado demasiado orgullosa como para hacerlo.