Saturday, August 29, 2015

capitulo 15

Peter no había querido herir sus sentimientos. Incluso le llegó a decir que la iba a echar mucho de menos, pero que era lo mejor para ella. Lali le había acusado de que en realidad lo que le pasaba era que se avergonzaba de ella, y se había ido a su habitación a llorar desconsoladamente. Se pasó todo el fin de semana sin comer, llorando a lágrima viva, cada vez que él había querido hacerla entrar en razón.
-Tenemos que hablar de muchas cosas -comentó Peter.
Se respiraba tensión en el aire. Lali la percibió y le sorprendió la frialdad con la que le hablaba Peter. Hasta ese momento, él le había estado tomando el pelo, pero de pronto se había mostrado frío y distante. No le había visto nunca con esa actitud. Aquello la desconcertó y la hizo ponerse a la defensiva.
-Yo creo que no tenemos nada de que hablar. Por mi parte, lo único que te deseo es que tengas suerte con lo del fraude -le dijo Lali, sonriendo-. Pero si lo que quieres es que hablemos de...
-Si mencionas lo de las villas otra vez, te prometo que me voy a enfadar. Para mí no suponen nada -la interrumpió Peter, haciendo un gesto con la mano-. Ése fue el cebo para que vinieras, nada más.
-Me temo que no sé bien lo que esperas de mí, ni tampoco me voy a quedar por aquí para averiguarlo -le aseguró Lali.
-Lo harás. Te he cortado las alas. Ya no puedes volar libre -respondió Peter-. Porque todavía estamos casados.
-¿Por qué sigues repitiéndome lo mismo? -preguntó Lali-. ¡Eso no es verdad!
-Hace cinco años comunicaste sólo tus deseos a un abogado que ahora ya se ha jubilado. Hablé con su hijo ayer. Buscó tu carpeta y me dijo que su padre te había enviado una carta en la que te comunicaba que consultaras a otro abogado con más experiencia en matrimonios. No inició ninguna otra acción -finalizó.
Lali se quedó temblando. El tono en que le había hablado Peter era totalmente convincente.
-Si a alguien se le ha olvidado comunicártelo, lo siento, pero te prometo que yo me ocuparé de todo tan pronto vuelva a casa...
-¡No, por no haberlo consumado! -interrumpió Peter de repente.
-Por cualquier cosa, a mí me da igual -murmuró Lali, quien todavía se estremecía al pensar que todavía pudieran estar casados.
-Hace cinco años hubiera estado dispuesto a que declararan el matrimonio nulo -Peter la miró con los ojos entrecerrados-. Porque pensaba que lo mejor para ti era vivir en libertad. Pero ya no pienso igual. Para serte sincero, Lali, ahora quiero a la mujer por la que pagué.
-¿Qué dices? -preguntó Lali, asustada.
-Que quiero recuperar la posesión por la que pagué un precio. Estoy en mi derecho.
Lali se echó a reír. Después lo miró con expresión de incredulidad.
-Estás loco, o estás bromeando... Prefiero pensar que estás bromeando.
-¿Por qué? -Peter le dirigió una mirada fulminante-. Para empezar tú fuiste la que me atrapaste. -Eso no es cierto...
-¡Cómo te atreves a negarlo! ¿Quieres que te recuerde que no te opusiste cuando te lo propuso tu abuelo? Yo nunca te había puesto la mano encima, pero tú no dijiste nada para que pensaran lo contrario.

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