capitulo 50

Pero no era por eso por lo que Nancy la había llamado, sino por algo que Lali no se esperaba. Mercedes había ingresado en el hospital hacía dos días. Acababan de operarla del corazón y todo había ido bien. Se quedó atónita.
Poco después, Lali colgó el teléfono. Estaba contenta de poder preocuparse de otras cosas. Por fin, se había decidido, volvería a casa para visitar a Mercedes en el hospital.
-¿Qué ha pasado? -preguntó Peter inquieto.
-Acaban de operar a Mercedes del corazón. Vuelvo a casa.
Se hizo el silencio.
-Me gustaría mucho conocer a tu madre de acogida.
-No creo que ella quiera conocerte a ti.
Peter se quedó sin palabras.
-Pediré que te lleven en la limusina -dijo.
Se dio cuenta de que tardaría menos en llegar si iba en coche en lugar de viajar en tren. Se dirigió al vestíbulo e ignoró a Peter. Para ella, era como si ese hombre ya no existiera. El hombre del que se había enamorado tanto había desaparecido...
-Por lo menos dame una oportunidad. Te recompensaré por todo esto -le dijo antes de que se marchara.
Lali frunció el ceño incrédula y lo miró. Vio cómo la tensión se acumulaba en sus ojos.
-No podrías hacerlo... Me das mucho miedo...
No pudo dejar de pensar en la cara de sorpresa de Peter en todo el viaje. Parecía tan asustado
¿Pero qué esperaba? Había caído en la trampa, se había traicionado a sí misma. Antes de que todo empezara, ella sabía muy bien el tipo de hombre que era ¿Por qué había bajado la guardia de repente? ¿Cuándo empezó a pensar que ese hombre era amable y cariñoso en realidad? Dios mío, lo que podía llegar a ver una mujer enamorada...
Tres semanas después, Lali esperaba en la consulta del médico.
A Mercedes le habían dado el alta hacía una semana, pero había decidido ir a vera su hermana en Oxford, ya que acababa de perder a su marido. ¿Por qué le habría pedido el doctor que esperara a que tuvieran los resultados de los análisis?, se preguntó. Su tristeza, sus problemas de salud, el que rompiera a llorar por cualquier tontería, todo... era culpa de Peter.
Peter había visitado a Mercedes en el hospital, yeso la había puesto furiosa. El magnate le había caído muy bien, claro que Mercedes no tenía la menor idea de lo que había pasado entre ellos dos.
No podía entender por qué Se sentía tan mal por su pérdida. Después de todo, habían estado poco tiempo juntos...
-Señorita Esposito -dijo la recepcionista para indicarle que podía pasar,
-Hace tres años, te dijeron que quizá solo podrías tener hijos con ayuda de un tratamiento de fertilidad. Pero los médicos suelen decir lo peor cuando no saben cuáles pueden ser las consecuencias -le dijo el doctor Fleming con una voz grave-. Está claro que te has recuperado de la operación, ya que estás embarazada.
Lali se quedó atónita.
-¿Qué ha dicho?
-Vas atener un niño.