Tuesday, January 19, 2016

capitulo 25

Lali se irguió sin pensárselo dos segundos. -No creo que tú puedas pagarlo -dijo mirándolo de frente-. Ahora quiero mucho más que un simple armario lleno de vestidos. Ya te he dicho que he aprendido de mis errores, Peter. El próximo hombre con el que viva será mi marido. Peter se quedó mortalmente pálido. -Si por un sólo segundo has llegado a pensar... -¡Por supuesto que no! -le interrumpió Lali-, pero supongo que ahora entenderás por qué no puedo comer, salir o acostarme contigo. No quiero que me relacionen con un millonario griego de dudosa reputación. Tengo que cuidar mi nueva imagen. -¡Tendrás que tragarte estas palabras cada día que pases conmigo! -estalló Peter. -Realmente, te cuesta entender las cosas: no pienso estar contigo ni un solo segundo, Peter- y sin añadir nada más, salió de la habitación como una tromba. Cuando ya estaba en la calle, se dio cuenta de que temblaba tanto que le costaba incluso andar. Aunque no podía permitírselo, decidió parar un taxi. Se sentía terriblemente confusa, mientras las imágenes de lo ocurrido daban vueltas a su alrededor como en un torbellino. ¿Cómo era posible que dos personas que apenas se conocían se trataran de aquel modo? ¿Cómo había podido de una forma tan odiosa? ¡Si casi había disfrutado lanzándole todas aquellas maldades! Al recordarlo, se sentía casi físicamente enferma, vacía... Peter casi había acabado con ella, pero, al menos, se dijo para consolarse, no volvería a molestarla. Era un hombre demasiado orgulloso como para exponerse a que le rechazara de nuevo. Y sin embargo, ¿por qué tenía aquella terrible sensación de pérdida? Aún se atrevía menos a examinar de cerca su propio comportamiento. ¡Había reaccionado como una completa estúpida, como una adolescente inexperta! El le gustaba más de lo que estaba dispuesta a admitir, pero ciega y tozuda como la más ingenua de las chiquillas, ni siquiera se lo había admitido a sí misma hasta que había sido demasiado tarde. «Me he dado cuenta de que no te resulto indiferente», le había dicho Peter. Avergonzada, se dio cuenta de que había estado a punto de ponerse en evidencia, no podía permitirse más errores de ese calibre. Por supuesto, él no la había creído cuando le había contado la verdadera naturaleza de su relación con Leland. No lo habría hecho ni aunque le hubiera enseñado un certificado de virginidad. Estaba segura de que él la consideraba como una especie de plato preparado, barato y listo para devorar, no para saborearlo. Ni por un momento creyó que, aun aceptando su oferta, él se mantuviera a su lado nada menos que seis meses. -Los hombres te prometerán la luna para conseguir que te acuestes con ellos -lehabía advertido su padre-. El único que merecerá la pena es el que esté dispuesto a esperar, el que de verdad se preocupe por tus sentimientos.

No comments:

Post a Comment