Tuesday, January 5, 2016

capitulo 53

- No es que me queje – sonrio Peter -. El deseo es algo que está de acuerdo con mis instintos naturales... me parece mejor que enamorarse cruzando miradas entre coles de bruselas. ¿Fue en la planta de comida, verdad? Un verdadero romance. - Benjamin tiene más de romántico en un solo dedo de lo que tú puedes tener en todo tu cuerpo – le gritó Lali enfadada. - Sí, te invito a un café. Yo te hubiese llevado a un hotel cercano y te hubiese derramado champaña sobre los pechos... Y te aseguro que a ti te hubiese gustado más. Lali se puso pálida. De pronto pensó en cuántas mujeres habrían sido bañadas en champaña por su marido. - ¡No me metas en un mismo saco con todas tus mujeres! ¡Me voy a la cama! Y decidió que no iría a su cama. Por lo que entró en el dormitorio principal, recogió unas pocas cosas, y salió. Un cuarto de hora más tarde, ella estaba acostada en la cama de un dormitorio al final del corredor y con la puerta con cerrojo. Si estaban condenados a estar juntos, eso no quería decir que tuviese que dormir con él. Y se arrepentía de haber estado en la cama con él. Se había perdido el respeto. Un ruido la alertó. Entonces vio una sombra oscura y silenciosa que entraba por la ventana de la habitación. Estuvo a punto de gritar, hasta que vio los rasgos de Peter que iluminaban con la luz de la luna. - Dime, ¿este juego de camas separadas es parte del plan para hacer más romántica nuestra relación? ¿Se suponía que yo iba a trepar con una rosa entre los dientes y una caja de chocolates? - Hay una altura considerable desde la ventana hasta la playa ahí abajo. ¡Te podrías haber matado¡. - Y si me cayese, sería un engorro para ti. ¿Tendrías mucho que explicar? Peter ni se había inmutado ante las muestras de horror que había dado ella al saber cómo se había arriesgado. Y era un riesgo inútil, absurdo para alguien como ella. Pero no para Peter. Le gustaba el riesgo. - ¡Estás loco! – dijo ella nerviosa ante lo que podría haber pasado. - Dar patadas a la puerta no era un buen sistema con Ponia en casa. Y hubiese asustado a los criados. No me hubiese gustado hacerte quedar mal. - ¿Y tú no hubieses quedado mal? – preguntó ella, impresionada todavía por lo que había hecho. - No, porque es la habitación de mi esposa, y estaba con cerrojo. Para los griegos eso es una provocación. - ¡Te podrías haber matado! ¿Y hubiera valido la pena? Peter se metió en el otro lado de la cama, y le dedicó una sonrisa de satisfacción. - Pregúntamelo por la mañana – aclaró él, acercándose a ella. - ¡No! – gritó Lali con pánico -. ¡Si vas a dormir aquí, yo dormiré en otra parte! - Tú no dormirás conmigo. Dormirás en el suelo. - ¡Por supuesto que no! ¿Qué te crees que soy? - ¿Esperas que me disculpe por lo que te he dicho hoy? – dijo él apoyándose sobre las almohadas. - ¿Qué?

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