Tuesday, January 12, 2016

capitulo 81

- Pero tú debiste atarme los tobillos, porque no fui capaz de irme. Tú eras muy joven. Yo no estaba preparado para el matrimonio. Pero me daba miedo que otro hombre estuviera en condiciones de darte lo que yo no podía. Y si yo me iba de tu lado no iba a haber oportunidad de que estuvieras a mi alrededor cuando yo decidiera volver. - No puedo creer que esos eran tus sentimientos – dijo Lali, temerosa de creer lo que él decía, que después de todo, no se hubiera equivocado cuando había creído que la atracción irresistible había sido mutua. - Mis sentimientos eran esos. Pero no sabía cómo manejarlos, y además creo que estaba resentido por el poder de atracción que ejercías sobre mí. Pero luego, Max cambió todo. De pronto no tuve elección. Nunca, nadie, me había hecho hacer nada que yo no quisiera. Me sentí totalmente impotente. Me sentía como un caballo de raza que tu padre había comprado para ti. Atrapado por una adolescente. ¡Y me juré que no te daría nada que yo no quisiera darte! Lali pensó en cómo se habría sentido. Y pensó amargamente en su padre, que les había destruido la posibilidad de ser felices. - Lo comprendo – dijo Lali. - Pasaron dos años de nuestro matrimonio hasta que empecé a desearte nuevamente – Peter hizo una pausa -. No, no lo demostré. ¡Me hubiese dejado matar antes que acercarme a ti! Mi orgullo no me permitía doblegarme más aún al chantaje de Max. Tú eras una mujer a quien yo jamás tocaría. - Sí –dijo ella. - No te tuve en cuenta. Era una lucha entre Max y yo, y tú estabas en medio. Tú eras mi esposa. Yo no podía tocarte. Pero ningún otro podía tampoco. Pero cuando murió Max yo ya había decidido que seguirías siendo mi esposa, y entonces, al ser una elección propia, nuestro matrimonio sería real. Ya sabes, a mí no se me ocurría que tú pudieras tener otras ideas. Habías aceptado la situación por tanto tiempo... – terminó Peter con una sombra de desconcierto y vergüenza a la vez. - Tú pensabas que con tu palabra bastaba... – Lali pensó que era muy arrogante, pero por lo menos era sincero. - Yo pensaba que tú me amabas, y que por ello habías seguido a mi lado. - ¿Pensabas que era la fiel Penélope? - Fue muy vanidoso de mi parte. Cuando te oí hablar por teléfono con Benjamin, me quise morir. Querías dejarme, y tuve que tomar medidas extraordinarias para que no te fueras. Realmente no pensaba que ese certificado fuera aún una amenaza para mí. - ¿No? – Lali estaba pasmada ante tal afirmación. - Simplemente lo utilicé para retenerte, y obligarte a que le dieras una oportunidad a nuestro matrimonio. Y no tenía derecho de hacerlo. El orgullo y el resentimiento me había impedido hacerlo en vida de Max. Pero no quería enfrentarme a la posibilidad de perderte. - No querías que ninguna otra persona te comprara calcetines... – dijo ella sonriendo, mientras se movía por la habitación. - Hasta ahora había tenido calcetines suficientes para el resto de mi vida.

No comments:

Post a Comment