Tuesday, January 5, 2016

capitulo 52

Sin embargo, Lali se sentía muy débil en ese momento. Se levantó lentamente, sin mirar alrededor. - Háblame de él – le dijo Peter con calma. Pero le había interrumpido el paso, y no la dejaba salir. - No sé de qué me hablas... - De tu amante... - No creo que te interese saber nada de él. - ¿No? ¿Dónde lo has conocido? - En Harrods. - ¿En Harrods? - Sí, nos conocimos allí y me invitó a tomar un café. - ¿Ligaste con él en Harrods? - ¡No ligué con él! - ¡En Harrods! – repitió él como si no pudiese creerlo -. ¿Y dónde fue a parar el asunto después del café? - A ningún sitio. Me lo encontré nuevamente a la semana siguiente. - Déjame que adivine, el mismo día, en el mismo sitio, a la misma hora... - No me acuerdo. - Esperabas verlo otra vez. Lali se quedó callada. Fue hacia la ventana y se quedó mirando la oscuridad de la noche iluminada por las estrellas, y el mar allí abajo. Peter no tenía derecho a hacerle esas preguntas. Se puso furiosa. - O sea que el affaire comenzó en Harrods... ¿Y en qué zona de Harrods? - ¿Y qué importa dónde? Peter se sentó en un sofá y estiró las piernas, simulando que se relajaba. - Quiero hacerme una idea de la escena. ¿Fue en una lencería fina o en el salón de comidas? - Me niego a contestar a una pregunta así. - Mejor dejarlo librado a la imaginación. Pero, cuéntame, cómo fue ganando territorio... - Muy fácil. - Yo no estaba allí, ésa es la única razón por la que le fue fácil. La arrogancia de Peter la decidió a no confesarle la verdad sobre su ruptura con Benjamin. Veía que Benjamin era la única arma para defenderse. Y Lali tampoco le confesaría que en brazos de su marido había sentido algo más que atracción sexual. Por nada del mundo iba a dejarle saber que estaba enamorada de él. Recordaba perfectamente aquel día en París en que tanto la había despreciado pensando que ella aún lo amaba. Y no se perdonaría jamás decírselo. El que amase a Peter no quería decir que no supiera lo despiadado que podía llegar a ser. Y el admitir su amor la haría totalmente vulnerable. Tal vez fuese el tipo de mujer que asociara el amor con el dolor, una víctima de su propia condición. Sentía una rabia hacia Peter, pero era consciente de que también disfrutaba de que en ese momento él tuviese puesta toda la atención en ella. - No lo amas. Si lo amases te hubieses ido a la cama con él en la primera oportunidad que se presentase. - ¡Lo creas o no, hay gente que es capaz de contenerse! Peter se acomodó en el sofá y con ojos burlones le dijo: - No parece que te hayas contenido mucho conmigo. Lali se sintió peor aún.

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