Friday, January 8, 2016

capitulo 67

- ¡Llegáis tarde! - Nos hemos perdido – dijo Peter sin darle importancia. - ¿Perdido? - Pero nos hemos encontrado nuevamente – murmuró él en un aparte, como para que sólo Lali pudiera oírlo. - Sí – dijo ella con una trémula sonrisa, y los ojos brillantes. - Bueno. Ellos esperan que Peter te deje y vuelva con ella otra vez. Es desagradable. Es por eso que te están tratando como si fueras la mujer invisible. Lali sintió ganas de reírse. No sabía realmente si lo que decía Ponia era cierto. Le fue presentando a todos los invitados. Y todos, sin excepción, la habían recibido con frialdad y formalidad. Había sido el tipo de bienvenida que hubiese espantado a cualquier nuera con expectativas acerca de un encuentro con su familia política. Lali comenzó a pensar que probablemente la muchacha tenía razón. Porque la sensación que le daba era que la habían recibido como a una enferma contagiosa. Pero en el momento en que Peter fue a su lado, y le puso una mano alrededor de los hombros, todos cambiaron de actitud. No hacían más que escuchar a Peter, y estar receptivos hacia él. El efecto del cambio repentino era casi cómico. Sin embargo, Lali notó que la actitud de dos de las hermanas de Lali y sus respectivos hijos, adultos ya, no era sinceramente cariñosa. Recordó entonces lo que le había dicho Ponia. Que Peter mantenía a toda la familia; sólo los padres de Ponia eran independientes económicamente. Los demás eran mantenidos o empleados de Peter. - Ven, que te presento a mi madre – le dijo Ponia impaciente. Ariadne estaba sentada sola al fondo de la habitación. Parecía muy nerviosa. Tenía las manos entrelazadas y apretadas, y estaba tensa indudablemente. Lali se acercó sonriendo, esperando que su sonrisa le devolviera a la mujer cierta tranquilidad. Lali deseaba conocerla, y estaba predispuesta de antemano a que le cayera bien. - Ésta es Lali – anunció la chica. - Por favor, siéntate conmigo. Pide que nos traigan café – le dijo Ariadne a su hija -. Se ve muy feliz a Peter, creo. ¿Eres feliz tú también? - Muy feliz. - Hacía tanto tiempo que quería conocerte... que ahora no sé qué decir. Eres muy hermosa, y muy inteligente, por lo que dice Peter. Has hecho estudios de música, y sabes francés y alemán... Yo he aprendido inglés por mi hija. Quizás la próxima vez que vengas a Grecia puedas venir a visitarme – le dijo con una sonrisa ansiosa. - Me gustaría mucho. Lali notó que Ariadne estaba incómoda mientras hablaba con ella. Como si los demás miembros de la familia pudieran ver mal que ella recibiera a la esposa de Peter con agrado, y no por obligación, como hacían ellos. - Me he encariñado con Ponia, en el tiempo que ha estado con nosotros. - Has sido muy amable en recibirla. Peter la malcría mucho. La voz de Ariadne se había desvanecía al ver a un hombre alto, de pelo gris, y luego volvió a elevar el tono de voz, diciendo con alivio: - Ése es Stavros, mi marido. Los ojos de Lali se achicaron. Había algo familiar en el rostro de Stavros, pero no sabía qué. Por un momento le recordó a Peter. Pero no tuvo tiempo de comentarlo, porque enseguida se acercó el hombre con una sonrisa franca y una conversación que apagó momentáneamente la de su mujer. Le preguntaban qué opinaba de Grecia, de la familia.

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