Thursday, January 21, 2016

capitulo 35

Lali se obligó a acercarse a Peter, quien tamborileaba impaciente sobre la mesa. -¿Sí? -preguntó. -Ese uniforme que llevas es tan corto que pareces una camarera francesa de opereta -le espetó-. Cada vez que te agachas, alguno de estos tipos baja la cabeza para ver mejor el panorama, ¡incluso el maitre! Lali enrojeció bruscamente. Efectivamente, el uniforme le estaba un poco pequeño, pero ya había estirado el bajo todo lo posible. -¿Vas a beber algo o no? -insistió secamente. -Primero me gustaría que me limpiaras la mesa -dijo Peter señalando con disgusto la superficie de madera-. Luego me traes un brandy y te sientas conmigo. -¡No digas bobadas! ¡Estoy trabajando! -contestoLali afanándose por dejar la mesa impecable. -Trabajas para mí, y si yo digo que quiero que te sientes, te sientas -replicó Peter dominante. Lali se quedó en suspenso. -¿Qué quieres decir con eso de que trabajo para ti? -Este hotel pertenece a mi cadena -gruño-, y, de momento, no me está gustando nada lo que veo. Lali se quedó helada. Apiló los platos sucios y se dirigió a la cocina sintiéndose enferma. Peter hizo una señal a Dennis y le ordenó que se sentara a su mesa. El joven parecía la misma imagen de la desolación. Aunque se apresuró para servir los pedidos, Lali no pudo evitar que se elevara un coro de quejas entre los clientes. -¡Yo no he pedido esto! ¡Le he dicho que me trajera una ensalada, no patatas fritas! -¡Y yo las quería asadas! -¡Señorita, este filete no está bien...! Desesperada, Lali se dio cuenta de que había mezclado todos los pedidos. Haciéndose cargo de la situación, Peter se levantó de la mesa y le pidió el bloc. -¿Qué es esto? -preguntó severamente-. ¿Jeroglíficos egipcios acaso? Aquí no hay quien entienda nada. Lali estaba mortalmente pálida. -Creo que me he equivocado -se disculpó. Empezaron a temblarle las piernas-. Lo siento... -No se preocupen -dijo Peter a los clientes-, enseguida les serviremos lo que han pedido. Vamos, Lali, muévete. Vio que Dennis llamaba a alguien por el teléfono interno. Parecía un hombre superado por los acontecimientos. Al poco entró el director del hotel, que de inmediato se sentó con Peter, con la misma expresión de un ternero entrando en el matadero. Lali se dio cuenta de que era ella la que había provocado aquel desastre, pero ¿cómo iba a saber que aquel hotel era de Peter? Recordó la inmensa lista de empresas que había en el Edificio Lanzani de Londres, en la que se mencionaban desde compañías petrolíferas, hasta industrias de telecomunicaciones, pasando por los seguros y otros servicios.

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