Mientras vacilaba entre esperarlo allí o interrumpir su comida, un hombre salió del bar del hotel y se quedó mirándola como el resto de los hombres con los que se había cruzado en el hotel.
-¿Lali?
Durante unos segundos, Lali pensó que estaba soñando. A pesar de que habían pasado tres años, reconoció esa voz grave rápidamente.
-¿Pablo?-preguntó sorprendida.
-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi- Pablo Martines no paraba de mirarla arriba abajo-. ¿Qué tal... estás?
-Bien -dijo Lali sin poder apartar la mirada. Vivían muy cerca el uno del otro, pero ella lo había evitado y, desde que rompieron, no lo había visto. .
-Tienes... muy buen aspecto -afirmó-. Llevo tiempo pensando en ir a verte.
-¿Con mujer y tus hijos? -le preguntó incrédula.
Pablo se quedó sin habla.
-Solo tengo un hijo... Euguenia y yo nos vamos a divorciar... el matrimonio no funcionó.
A lo lejos, Peter los miraba. Le sorprendió ver a Lali sin ese traje gris y serio que solía ponerse. Llevaba el pelo castaño suelto, los ojos negros y brillantes como nunca, la boca abierta mostrando unos dientes blancos, una camisa ajustada sin mangas que marcaba sus pechos, y una falda que resaltaba la suavidad de sus curvas. Sus piernas eran interminables, y capaces de dejar a cualquier hombre sin respiración. Peter se acercó a la pareja.
-¿Lali?
Lali estaba sorprendida por las palabras de Pablo, y de repente, se fijó en Peter. Sus ojos brillaban con intensidad y de pronto su cuerpo se tensó y sintió una gran emoción,
-Perdóname si te he hecho esperar, amore-dijo Peter, lo dijo con suavidad mientras ,se ponía a su lado y le lanzaba una mirada amenazante a Pablo.
Pablo extendió su mano.
-Pablo Martines.;.. Lali y yo somos viejos amigos.
-Fascinante -dijo Peter sin interés- Desgraciadamente, Lali yo nos tenemos que ir.
-Lali, te llamaré, ¿de acuerdo ?-le dijo ignorando por completo a ese hombre maleducado que no se había presentado.
-No se moleste -replicó, Peter mientras llamaba al ascensor antes de que Lali pudiera reaccionar-. No va a poder verlo.
Lali, estaba rabiosa, pero no podía intervenir, ya que no quería que Pablo la llamará, a.
Mercedes, no le gustaría. Entró en el ascensor y pudo oír a Pablo murmurar:
-Pero bueno... qué desagradable, por Dios...
Jajajaja más más más
ReplyDeleteMaass
ReplyDeletejajaja peter todo celoso
ReplyDeletepeter que posesivo es con lali
ReplyDeletemuero por mas
ReplyDeletejjaj ayy peter mi amor lo amo masss
ReplyDeletemasssssssss
ReplyDeletenovelaaaaaaaaa
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