Friday, July 31, 2015

capitulo 40

-Me sorprendió, pero me gustó mucho que me eligieras a mi... claro que con lo creía saber sobre ti...
-Benjamin y yo vivimos en la misma casa durante años, éramos como hermanos.
Peter sonrió.
-Pero Martines y tú estuvisteis prometidos...
-No por mucho tiempo y, además, eso no es asunto tuyo.
-¿Acaso crees que no me gustó?
Mientras pasaba a su lado Peter la agarró y la acercó hacia él para darle un beso muy sensual que hizo que Lali se derritiera por dentro. Intentó quitarle la chaqueta empapada, pero no pudo, lo hizo él. Luego la tornó en brazos y la dejó sobre la cama.
-Tengo que arreglarme para la fiesta...
-¿ Quieres ir?
-Peter... -empezó a decir mientras sentía cómo el corazón se aceleraba-.
Tenemos que ir...
-No tenemos que hacer nada, amore.
-Pero estamos en una casa ajena -le susurró Misty mientras observaba cómo se quitaba la camiseta y dejaba su musculoso pecho al descubierto. Solo con ver su cuerpo se excitaba, estaba fuera de si.
Leone recorrió sus esbeltas piernas con las manos y cuando llegó a las medias sujetas con ligeros suspiro de placer.
-Estás tan sexy con eso...
-y tú eres tan previsible...
 Peter se inclinó sobre ella y empezó a acariciar con su lengua la piel desnuda encima de las medias. Le hizo cosquillas, pero el calor de su cuerpo apagó enseguida la risa y empezó a temblar. Le quitó la falda, la camisa y el jersey mientras la besaba con pasión.
-Santo cielo... necesito estar dentro de ti -dijo con apremiante necesidad mientras le quitaba rápidamente la ropa interior.
Lali gimió cuando Peter se abrió paso entre la íntima humedad de su cuerpo, sentía una excitación salvaje. Lo deseaba tanto como él a ella. Peter entró en su interior con una fuerza tan deliciosa, que Lali gritó de placer. Sus movimientos excitaban todo su cuerpo y la llevaban al paraíso.
En lo más profundo de su interior, Lali sabía por qué Peter era una persona tan especial y sus nuevos sentimientos la asustaron...
-¿Qué has estado haciendo esta tarde? -le preguntó mientras se dirigían a las escaleras.
Lali tocó el suave vestido blanco de espalda descubierta que llevaba, y lo miró con una sonrisa.
-Comí... muy poco por cierto, me enseñaron el castillo. Es tan bonito, Peter... Ah, y también conocí a Nicolas Vasques.
La mano que agarraba la espalda de Lali se tensó.
-No puede ser, Nicolas estuvo pescando en la otra barca toda la tarde...
-Pues debió de escabullirse porque llegó al castillo justo cuando yo bajaba.

2 comments: