Wednesday, July 29, 2015

capitulo 26

Pero era la cruda realidad, en su certificado de nacimiento ponía: padre desconocido. Era una hija ilegítima. Pablo se había enfrentado a su madre para evitar que destrozara su relación. Entonces, ella había pensado que luchaba porque la quería de verdad. Poco después, y ya prometidos, habían decidido ir a pasar un fin de semana juntos; ella todavía no se había acostado con él. Pero cuando se dirigían al hotel tuvieron el fatídico accidente.
Logró conciliar el sueño un rato, pero se despertó poco antes de que amaneciera y se levantó a beber algo. Cuando llegó al comedor, se encontró con Alfredo, que llevaba una cafetera. -¿Lali? -dijo Peter.
Fue hacia él. Estaba guapísimo; llevaba un traje gris muy elegante y una corbata dorada. Cuando la vio acercarse se levantó de la mesa. -Siéntate conmigo.
Lo miró sorprendida.
-¿Por qué me miras así?
-Eres tan contradictorio. Me acerco y tú te levantas. Alguien te enseñó muy buenos modales.
-Mi madre -contestó con frialdad.
-Pero es una pérdida de tiempo, ya que te cuesta tanto decirme algo amable -le contestó mientras se sentaba frente a él.
Desconcertado, Peter suspiró y bajó la cabeza. Se hizo un incómodo silencio que solo se interrumpió cuando Alfredo se acercó a ellos.
Lali se sirvió un zumo de naranja y Alfredo le puso un café a Peter. Ella le echó azúcar con una sonrisa burlona. _
-¿ y a dónde vas tan temprano? -dijo mientras tomaba un croissant.
-A París.
-Yo estuve una vez en París con Benjamin. Pero no vi mucho de la ciudad.
 Lali se chupó el labio inferior y Peter se quedó mirándola. Al verlo sintió cómo el deseo se iba despertando. «Voy a tener que darme una ducha fría», se dijo avergonzada. Para distraerse un poco, se fijó en un cuadro que decoraba la pared. Ya lo había visto el día anterior; era un retrato de una chica joven con aire soñador.
-Es un cuadro precioso, ¿quién es?
Peter se quedó helado.
-Mi hermana... Está muerta.
Lali palideció y se quedó con la boca abierta un momento. Intentó recuperarse.
-Bueno, por lo menos la conociste.
Peter frunció el ceño.
-¿ Qué quieres decir con eso?
De repente, deseó haberse limitado a hablar de cosas banales.
-Yo... tengo una hermana gemela que...
El comentario llamó su atención.
-¿Sabes que tienes una hermana gemela?
-No somos iguales... es todo lo que sé sobre ella -le contó. Se arrepentía de hablarle sobre su vida privada, pero por lo menos había logrado cambiar de tema-.
A ella la adoptaron y a mí no
-Lo normal habría sido que hubierais permanecido juntas.

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