Friday, July 10, 2015

capitulo 21

Peter selló su boca con sus labios, y ella sintió que volaba. Como movidas por su propia voluntad, las manos femeninas se hundieron en el sedoso cabello negro, atrayéndolo hacia ella. Se sintió totalmente subyugada por él, por su fuerza, por su cuerpo atlético, y una excitación corrió por sus venas como una cometa. La lengua masculina se hundió en el tierno interior de su boca y ella se quedó sin aliento, arqueando la espalda cuando una mano le tomó el seno, masajeándole el rosado pezón con dedos expertos. Respondió con sensaciones que la recorrieron como una oleada gigantesca y un gemido surgió de lo profundo de su garganta.
Pero Peter la soltó de repente y los ojos negros se abrieron de golpe al darse cuenta de que él se ponía de pie para atender el teléfono. Lali nunca se había sentido más mortificada en su vida y agradeció que él dedicase toda su atención a la llamada. Miró consternada hacia abajo y al verse el pecho descubierto coronado por el rosado pezón, se cubrió apresuradamente con la sábana hasta la barbilla y cerró los ojos intentando recobrar el aliento.
Mientras Peter hablaba en su idioma, la asaltó una terrible timidez y se dio la vuelta en la cama, hundiendo el rostro en la almohada. No había excusa para hacer aquello. Apenas lo conocía. Ella no solía acostarse con cualquiera ni permitir aquellas libertades. No tenía ni idea de cómo se había disparado la pasión en medio de una disputa, pero se sentía totalmente avergonzada de su comportamiento. -Nos casaremos mañana por la mañana.
Lali levantó la cabeza, parpadeando desconcertada ante el anuncio proferido con la mayor frialdad.
-¿Mañana?
-Aquí, dentro del consulado, rigen las leyes de mi país. La ceremonia ha de tener lugar lo antes posible porque quiero estar en Quamar mañana por la noche.
La brillante mirada de Peter le heló la sangre.
-¿De. .. de veras que... estás dispuesto a seguir adelante y casarte conmigo?
Irónicamente, su victoria le resultó demoledora.
-Como bien sabes, hay pocas opciones. Tengo que pagar el precio de tu silencio.
Y luego sería ella quien pagaría por su chantaje y la codicia que la habían llevado a aquella increíble exigencia, reflexionó Peter con amarga satisfacción. Al casarse con él, se convertiría en una ciudadana de Quamar y, como miembro de la familia real, sería mucho menos afortunada que el resto de la población en lo que se refería a independencia personal. Aislada en el medio del desierto, encontraría poco con lo que divertirse, pero en realidad, en lo que pensaba él era en su propia diversión. Con un poco de suerte, su niño se beneficiaría de su presencia hasta que estableciese otras relaciones de afecto. Una vez que el niño lograra aquello, Peter planeaba prescindir de los servicios femeninos. Para aquel momento, probablemente también se habría cansado de ella.
Al contemplarla, una leve sonrisa curvó sus labios. Era deliciosa como un melocotón y lo fascinaba aquella aura de total inocencia que ella había logrado adoptar. De no saber lo que sabía sobre su naturaleza superficial Y codiciosa, quizás lo habría engañado, al igual que la noche anterior podría haberlo afligido su aparente angustia al verse separada de su hijo. Pero le daría una lección.
Lanzándole una mirada a hurtadillas, Lali se preguntó qué lo haría esbozar aquella sonrisa. «El precio de tu silencio». Estaba dispuesto a cumplir con sus exigencias para evitarle a su preciosa familia la deshonra pública. Sus palabras frías e implacables la avergonzaron. Sin embargo, lo único que le importaba era Ben y él ya se daría cuenta de ello.
-Lo único que me importa es Ben -dijo, casi rogando.
-Te pediré el desayuno. Sugiero que vayas al piso y hagas las maletas. Enviaré un coche a buscarte mañana a las ocho -le informó Peter.
-No puedes casarte con él -dijo Julia  con incredulidad aquella noche.
Lali inclinó su rubia cabeza sobre la maleta que hacía, reprimiendo un gemido. Julia había acudido in-mediatamente a su llamada. Aunque horrorizada por la forma en que los Lanzani se habían apropiado de Ben, la preocupaba más todavía la solución de Lali a la crisis.
-Es la única forma en que puedo volver a ver a Ben y tener alguna influencia sobre lo que le suceda allá -se defendió Lali.
-Virgen Santísima... ¿haciendo que el heredero de la corona se case contigo?

5 comments:

  1. Masss
    Q miedo cuando se entere de la verdad!

    ReplyDelete
  2. que se hace peter que no desea casarse con lali, si se muere por aserla suya jajaajaj

    ReplyDelete
  3. masssssssssss novelaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ReplyDelete