-Yo me haré cargo de Benedict, ya que usted no es apta para criarlo -anunció el príncipe Peter y se dirigió hacia donde el niño dormía en el sofá-. Es pequeño para ser un Lanzani. Los hombres de nuestra familia son altos -comentó.
-¿Qué quiere decir con que usted se hará cargo?-murmuró Lali, con el estómago como si estuviese en una tormenta en alta mar.
¿Qué significaba el comentario sobre "la talla de Ben? ¿Insinuaba que Rocio había mentido sobre la paternidad del niño? Ahora que el padre del pequeño había muerto, ¿qué harían con Ben? ¿Por qué se lo querían quitar a quien creían que era su madre?
-Si aprecia su estilo de vida actual y sus ingresos, no discuta conmigo -murmuró el príncipe Peter, sua-ve como la seda.
Y en aquel momento, Lali decidió que lo mejor sería no decide que ella no era la madre del niño, al menos por el momento. ¿Cómo podía confiar en alguien que se movía con una avanzadilla de guardaespaldas grandes como armarios? Quizás fuera un mafioso. ¿Qué tipo de hombre se dedicaba a amenazar a la gente cuando estaban en juego las necesidades y la seguridad de un niño?
¿Qué se creía Peter Lanzani? Lali, que no se enfadaba fácilmente, estaba furiosa, decidida a proteger a Ben.
-¿Puede usted demostrar su identidad? -preguntó, dispuesta a presentar batalla.
-No tengo ninguna necesidad de demostrar nada -dijo él con una nota de incredulidad, lanzándole una penetrante mirada.
-No sé quién es usted y no estoy dispuesta a hablar del futuro de Ben sin ninguna prueba que demuestre que usted es quien dice ser.
-No estoy acostumbrado a que me hablen con tanta falta de educación -dijo el príncipe Peter secamente.
Un escalofrío recorrió la espalda de Lali.
-Será mejor que vuelva mañana a eso de las ocho de la tarde con las referencias que correspondan -dijo. Quizás con ello quemase sus naves, pero necesitaba tiempo, ya que la seguridad de Ben estaba por encima de todo-.
-Con gusto me sentaré entonces a discutir de forma civilizada qué rumbo debemos tomar.
-Usted me ha hecho enfadar. Lo lamentará dijo Peter por lo bajo.
Lali, blanca como un papel, lo vio salir de cuatro zancadas y oyó la puerta de entrada cerrarse. El hombre le había dado tal susto que casi no podía respirar .Ben comenzó a despertarse y se frotó los ojos gimiendo un poco, como siempre. Lali lo tomó en sus brazos, apretándolo contra su corazón. Un probable heredero de una gran fortuna y huérfano era muy vulnerable, reflexionó con temor. Tenía que ver a un abogado y asegurarse de su situación legal.
Maass
ReplyDeleteAy xq no le dijo q era la tía empeoro las cosas!
otro
ReplyDeleteque bueno que lali, le hablo asi a peter que se cree, entrar asi como si fuera su casa y mandar.
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