¿Alguien te dijo que duermes como un muerto? –Peter miraba con ironía a su esposa.
Tú. –Lali fingía estar leyendo una revista y no se volvió hacia Peter.
Sabía que continuaba mirándola, como estaba haciendo desde que habían entrado en el avión.
Dime, ¿recuerdas lo que te dije anoche, antes de dormir? –Peter preguntó, intentando aparentar despreocupación.
Lali se mordió el labio y silenciosamente hizo un gesto afirmativo con la cabeza. Era mentira, apenas tenía una vaga idea de lo que él se quedara hablando en la cama. Debía ser una acusación más, con certeza. Volvió a mirar la revista, imaginando si soñó con alguien hablando sobre el viejo reloj del abuelo de Maria.
Estás muy quieta –Peter reclamó.
Anoche drenaste todas mis energías –ella confesó.
Tienes razón. Quedaste demasiado afectada, pero puedo jurarte que nunca tuve nada con Maria Del Cerro.
Lali hizo un gesto de indiferencia, como si estuviese oyendo una noticia sobre el tiempo.
Por lo menos mírame –Peter pidió, consciente que la niñera comenzaba a mirar a la pareja con curiosidad.
Lali levantó sus ojos negros, y Peter vio que estaba llorando.
Por favor, no llores. –Peter procuró secar las lágrimas que corrían por el rostro de su esposa. – Ya me siento tan mal...
Lali suspiró emocionada.
Arruiné nuestro matrimonio –Peter se lamentó. – No quiero que te quedes tan lastimada por mí –pidió. Lali no quería más hablar sobre los asuntos que la hacían sufrir. – Prometo que en el futuro todo será diferente entre nosotros –Peter juró. – Puede no ser fácil, pero voy a intentar cambiar. Tengo la manía de estar dando órdenes a los demás.
Lo sé –Lali concordó. – Sólo no sé porqué estás tan preocupado con eso.
No dormí bien. Me quedé recordando lo que había visto, cuando te encontré en brazos de Benjamin.
Sólo recuerdo que estabas furioso conmigo y no me dejabas hablar.
Lali, deberías haber insistido más. ¿Por qué te quedaste con aquella expresión
de culpa, en vez de convencerme que no hiciste nada malo?
No me gusta pelear, pero recuerdo que intenté defenderme. –Lali vio que Peter estaba respirando de manera más intensa. – No precisa decir más nada. Sé porqué quieres conversar sobre eso ahora.
¿Lo sabes? Lo dudo mucho.
Tienes miedo que baje de ese avión y desaparezca nuevamente con Santino. Nunca más voy a hacer eso, Peter–Lali le aseguró.
En verdad... – Peter soltó la mano de Lali que aún continuaba entre las suyas. – No es nada de eso. Por primera vez en la vida, te estás anticipando a mí. Créeme ó no, ni llegué a considerar esa posibilidad.
No voy a separarte de Santino –Lali afirmó por segunda vez.
Si vuelves conmigo a Portugal esta noche, podrá tener tu tan soñada fiesta de casamiento y luna de miel y hasta la misma luna si la pides –Peter habló con cariño.
Lali observó un marido que nunca actuó así antes. Debía estar aterrado de perder a su hijo.
Peter, hay dos cosas que me gustaría decirte –Lali admitió apresurada. – Por favor, escúchame, aunque no creas en lo que esté diciendo.
Estoy oyendo...
Nunca te conté que hice amistad con Maria, porque ella dijo que no te gustaría, que no sería apropiado y que perjudicaría su carrera. –Lali procuró no mirarlo. – Conocí a Benjamin en el apartamento de ella, y Maria me convenció que debería dejar que pintase un retrato mío. Yo te daría el retrato como un regalo y lucharía para que sustituyeras el cuadro de Luna por el mío.
No tengo ganas de estar escuchando sobre este asunto –él confesó medio enojado.
Lali lo ignoró y continuó hablando:
Huí de Portugal solamente porque Maria me llamó contando que oyera una conversación entre tú y tu abogado planeando alejar al bebé de mí ni bien naciera.
Peter se quedó en silencio por un largo tiempo.
¿Hay algo más que quieras contarme? –preguntó en voz baja.
Nada más.
Desanimada, tomó la revista de nuevo y percibió, aliviada, que el avión comenzaba a hacer la maniobra de aterrizaje.
Treinta minutos más tarde, cuando aún esperaban las maletas, ella decidió conversar con Peter nuevamente.
Voy a dejar a Santino contigo. ¿Está bien?
Pero podemos ir juntos a visitar a tu familia y llevar a Santino para que lo conozcan.
Pensé que tenías una reunión de negocios.
Cambié los horarios.
Lali imaginó que Peter no quería perderla de vista, con miedo que ella desapareciera de nuevo.
masssssssssssss
ReplyDeleteotro
ReplyDeleteMaaass
ReplyDeleteYa van por buen camino, ahora falta que desenmascaren a maria
ReplyDelete