Wednesday, April 29, 2015

capitulo 14

—Peter no hizo ningún esfuerzo por celebrarlo el año pasado, ¿verdad?
—No se acordaba de que llevábamos un año juntos. Debería habérselo recordado...
—¿Y qué dijo cuando se lo recordaste?
—Nada.
—Entonces, deja que te dé un consejo —suspiró Candela—. Si quieres seguir con Peter Lanzani, resiste el deseo de celebrar vuestro segundo aniversario.
—¿Por qué?
—Recordarle que lleváis juntos dos años podría hacer soplar el frío viento del cambio.
—¿Qué intentas decir? —exclamó Lali, angustiada.
Candela apretó los labios.
—Mira, yo creo que estás perdiendo el tiempo con ese hombre. Ni siquiera se molestó en aparecer el día que te dieron el premio en la escuela de diseño.
—Porque su vuelo había llegado con retraso.
—¿No me digas? No es eso, Lali. Es que no tiene interés en tu vida, a menos que le afecte directamente.
—Peter no es un artista ni tiene nada que ver con la moda. No espero que se interese por los bolsos que diseño...
—¿Por qué no? Eso es lo que haría cualquiera —la interrumpió su amiga—. No te ha presentado a nadie, ni a su familia, ni a sus amigos... Si te lleva a algún sitio, tiene que ser uno donde no le molesten los paparazzi y donde nadie pueda verlo contigo. Vive su vida y te tiene a ti en una jaula. ¿Por qué no te enfrentas con la verdad, Lali? Eres su querida y...
—¡Eso no es verdad! Peter no me mantiene. Yo no acepto su dinero —la interrumpió Lali—. Bueno, vivo en su apartamento, pero pago todos mis gastos y no acepto regalos caros.
—Pero no es lo que tú pienses, es lo que piensa él y cómo te trata...
—Peter me trata muy bien, Candela.
Su amiga dejó escapar un suspiro.
—¿Cómo no va a tratarte bien? Estas loca por él y Peter lo sabe y lo utiliza. Pero dejó bien claras las reglas desde el principio...
—No, nunca ha habido reglas. No soy su querida... nunca seré su querida —la interrumpió Lali, apretando los labios.
—¿Ha hablado de futuro? ¿Amor, matrimonio, hijos?
Ella hizo una mueca.
—Cariño, tienes derecho a preguntar dónde va vuestra relación —le aconsejó Candela, antes de cambiar de conversación.
Después, Lali no recordaba de qué habían hablado. Recordaba haber sonreído mucho para dejarle claro a su amiga que no se sentía ofendida por sus comentarios. Pero, en realidad, le habían hecho daño... y le habían dado que pensar. Unas horas antes, se sentía feliz con su vida y ahora...
Candela no entendía las limitaciones que ella simplemente aceptaba sin discutir. Por amor.
Pero se veía obligada a reconocer que lo que había dicho era cierto. No
era una opinión, era un recuento de los hechos.

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