capitulo 26

Peter también se puso en pie y la tomó de la mano.
-Quiero hacerte una pregunta que debes contestar.
Lali lo miró asustada.
-¿A quién se le ocurrió que durmiéramos en habitaciones separadas?
-A ti -contestó Lali pensando que era la única respuesta lógica.
Peter sonrió y Lali sintió que el corazón se le aceleraba. Cuando Peter le soltó la mano, dio un paso atrás y, aunque le temblaban las piernas, consiguió darle las buenas noches e irse a su habitación.
Diez minutos después, con los dientes ya cepillados y la cara limpia de maquillaje, Lali apagó la luz y se metió en la cama con un suspiro, pero lo cierto era que no tenía sueño y, sin poder evitarlo, recordó los primeros encuentros con Peter.
Se había enamorado de un hombre que nunca la había invitado a salir. Había vuelto aproximadamente una vez al mes a la peluquería donde ella trabajaba. Al ver la limusina que tenía y las propinas que dejaba, la dueña de la peluquería había insistido en atenderlo personalmente la próxima vez que fuera, pero para sorpresa de Lali Peter había insistido en que quería que lo atendiera ella.
-¿Te acordabas de cómo me llamaba? -le preguntó emocionada.
-No, pero le he dicho cómo eras.
-¿Y cómo soy?
-¿Siempre hablas tanto?
-Si me dices cómo me has descrito, me callo.
-Bajita, con los labios pintados de morado y botas de pocero.
Desde luego, no era una descripción que halagara precisamente a una mujer, pero a los cinco minutos Lali ya se había olvidado y le estaba preguntando cuántos años tenía e intentando averiguar si estaba casado o no.
Peter nunca hablaba con ella, pero no le importaba que ella hablara. Cuando le preguntó cómo se ganaba la vida, él contestó que trabajaba en un banco. Poco después, Lali vio en el periódico que Peter no trabajaba en un banco sino que era el dueño del Banco Lanzani.
En otra de sus visitas, Lali lo había oído hablar por teléfono lamentándose de la muerte de su abuelo y de la posibilidad de perder el hogar familiar, que adoraba.
Cuando colgó el teléfono, ella se ofreció a casarse con él para impedir aquello.