Tuesday, April 28, 2015

capitulo 40

-Además, les he dicho que iba a aprovechar para disfrutar de unas bien merecidas vacaciones con mi esposa.
-¡Dios mío! Los habrás dejado con la boca abierta...
Lali estaba convencida, después de haber visto la reacción de Humberto, de que excepto su tía Julia nadie debía de saber que estaba casado.
Por tanto, oír hablar de ella así, de repente, debía de haber sido una conmoción para sus empleados.
-Sí, se han sorprendido porque nunca me suelo ir de vacaciones -admitió Peter-. Por cierto, deberías haberme consultado antes de decirle a Humberto que no me pasara llamadas.
Lali se sonrojó.
-Hubieras dicho que querías hacerte cargo de ellas -se defendió.
-Me ha parecido una buena idea a corto plazo -contestó Peter saludando con respeto a Florenza, el ama de llaves que había salido a recibirlos-, pero no vuelvas a dar órdenes en mi nombre sin habérmelo consultado primero.
Lali abrió la boca para defenderse, pero Peter le puso un dedo en los labios para que se callara. Lali se estremeció.
-Sabes que tengo razón...
-No, no lo sé. ¿Qué te pasa?
Peter se quedó mirándola unos segundos y arrugó el ceño.
-Saliste corriendo a la calle detrás de mí...
Lali no comprendió lo que le estaba diciendo, pero, al ver que se secaba el sudor que le corría por la frente, se asustó.
-Peter, por favor, siéntate.
-No... -se negó Peter agarrándola de la cintura—. Vamos arriba a hablar de esto en privado.
-¿Hablar de qué? -murmuró Lali nerviosa.
Entonces, lo comprendió.
«Saliste corriendo a la calle detrás de mí».
-Has recordado algo -le dijo tensa-. Has recordado algo sobre mí.
-Ha sido como si alguien me hubiera puesto una fotografía vieja delante -le explicó Peter abriendo una puerta con impaciencia-. Querías devolverme la propina que te había dejado...

No comments:

Post a Comment