Tuesday, April 28, 2015

capitulo 20

Se sentía avergonzada por haber llegado tan lejos. ¿Cómo iba a volver a mirarlo a la cara? Se había comportado como una muerta de hambre.
¿A qué estaba jugando? Peter se había fiado de ella y, precisamente por esa confianza, ella tenía que comportarse con cabeza y mantener las distancias entre ellos.
Cuando el chofer le abrió la puerta, Lali miró disimuladamente a su alrededor. Peter vivía en una mansión rodeada de altos muros en cuyo vestíbulo había estatuas antiguas, muebles preciosos y suelos de mármol.
Lali notó que el mayordomo que había acudido a darles la bienvenida la miraba con curiosidad.
-¡Dios mío! -exclamó Peter en ese momento.
Lali lo miró. Había algo que lo había sorprendido.
-Vamos arriba -lo urgió.
Mientras la seguía, Peter se preguntó qué hacía el cuadro, el favorito de su abuelo, en el vestíbulo de su casa.
-Ahora estoy contigo... me acabo de acordar de una cosa -le dijo Lali al llegar a la planta de arriba.
Acto seguido, bajó corriendo las escaleras y fue en busca del mayordomo.
-Hola, debe de estar usted preguntándose quién soy -le dijo en voz baja.
-No, es usted una amiga del señor Lanzani contestó el hombre.
-Bueno... lo cierto es que soy su esposa -confesó Lali-. Me llamo Lali, ¿y usted?
-Yo soy Humberto, señora -contestó el mayordomo visiblemente sorprendido.
-Por favor, Humberto, no quiero que mi marido reciba llamadas de ningún tipo, ni profesionales ni personales.
Humberto la miró con incredulidad.
-Haga lo que le digo -le ordenó Lali.
Acto seguido, volvió junto a Peter, que la tomó en brazos y la besó en la boca.
-¿Peter? -exclamó Lali sorprendida-. ¿Qué demonios estás haciendo?
Peter se rió de manera sensual y abrió la puerta del dormitorio principal.
-No quiero más interrupciones -contestó.
-Por favor, bájame... -rogó Lali-. Se supone que tienes que descansar.
Peter la dejó en una enorme cama.

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