Wednesday, April 29, 2015

capitulo 80

-Me encantan tus pechos -confesó Peter poniéndola a horcajadas sobre él y acariciándoselos-. Juraría que te han crecido desde la primera vez que hicimos el amor.
Lali desvió la mirada presa del pánico.
-No me quejo, no me malinterpretes -añadió Peter-. Ya me he dado cuenta de que te encanta el chocolate suizo.
¡ Peter se creía que había engordado porque estaba comiendo mucho chocolate! Lali intentó apartarse de él, pero Peter se lo impidió.
-No seas tan quisquillosa. Tienes un cuerpo maravilloso -le aseguró-. Me encanta estar con una mujer que come todo lo que le viene en gana.
Además de llamarla gorda, la tenía por una gorrona. Maravilloso. ¡Ojalá el culpable de que le hubiera aumentado el pecho en una talla de sujetador fuera el chocolate!
-Me voy a dar una ducha -anunció Lali levantándose de la cama.
-¿Por qué tienes tan poca autoestima? -dijo Peter frustrado.
-¡He visto a Belen y a su lado parezco una vaca lechera! -contestó Lali.
Peter la miró furioso y se levantó de la cama.
-¡Menuda idea! Belen cumplía con mis necesidades, pero tú las provocas. No puedo dejar de tocarte. Incluso he tenido que tomarme unas vacaciones para estar contigo.
Lali sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas.
-Eso es sólo sexo -lo acusó.
Se hizo un terrible silencio durante el cual Lali rezó para que Peter le llevara la contraria, pero él se limitó a mirarla con intensidad con una expresión difícil de leer en el rostro.
Lali sintió que se le formaba un nudo en la garganta. Peter no le había llevado la contraria. ¿Cómo había sido tan ingenua como para creer que lo que había entre ellos era algo más que sexo?
Consiguió sonreír como si le pareciera muy bien que su relación fuera puramente sexual, se metió en el baño y cerró la puerta con pestillo.
Inmediatamente, abrió los grifos de la ducha y se puso a llorar. Lo único que ella le había ofrecido desde el principio había sido sexo y Peter lo había aceptado gustoso.
En ese aspecto, no se había quejado. Llevaban una semana en Cerdeña, siete días en los que no se habían separado. Habían comido en la playa, habían nadado en el mar por la noche, habían compartido cenas románticas, maravillosas siestas e incontables conversaciones.

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