capitulo 24

-Me estás haciendo daño...
Peter la soltó inmediatamente y le pidió disculpas, pero no olvidó de lo que estaban hablando.
-Explícame eso que has dicho de que no eres una persona importante en mi vida. -Te pasas el día entero ocupado con el trabajo y no sueles reparar en mí -murmuró Lali.
-Si me has sido infiel, dímelo, haz el equipaje y vete.
-No digas tonterías, por supuesto que no te he sido infiel -contestó Lali dándose cuenta de que en lugar de ayudarlo a estar tranquilo lo estaba preocupando cada vez más.
-Los hombres de mi familia tenemos la mala costumbre de casarnos con mujeres infieles apuntó Peter con brusquedad-. Claro que tampoco dudamos mucho en divorciarnos.
-Me lo tomo como una advertencia -contestó Lali intentando sonreír y entrando en el baño.
Una vez a solas, Peter recordó lo que Lali le acababa de decir y no daba crédito.
«No tenemos este tipo de relación».
«No soy una persona importante en tu vida».
«Te pasas el día ocupado con el trabajo y no sueles reparar en mí».
¿Pero qué clase de matrimonio tenían? ¿Y por qué tenían habitaciones separadas? ¿Lo habría elegido él? Por lo que Lali había dicho, su relación era lo que Peter quería que fuese.
Aquello lo enfurecía pues suponía un fracaso y la palabra fracaso no iba con él. El era perfeccionista, pero parecía que su matrimonio estaba muy lejos de ser perfecto. Su esposa acababa de sugerirle que era un adicto al trabajo indiferente a sus necesidades. Le costaba creer que no se acostaba con ella, pero, ¿qué otra cosa podía pensar? Tal vez, por eso se había sentido tan sorprendida cuando la había besado en la limusina. Peter recordó que tras la sorpresa había llegado la pasión y se dijo que todo tenía solución. Lali se puso una falda negra por encima de la rodilla y un top verde y llamó a su hermana, a la que había decidido contarle la verdad de su matrimonio con Peter cuando todo aquello terminara.