Wednesday, April 29, 2015

capitulo 92

-La primera semana, creí morir. Me habías abandonado dejándome una carta de cuatro líneas como quien se disculpa por no poder acudir a una cena -le explicó-. No me lo podía creer. No sabía dónde estabas. ¡Casi me vuelvo loco!
Lali no se podía creer lo que estaba escuchando.
-Nunca pensé que te fueras a sentir así...
-Deberías haberme contado la verdad sobre nuestro matrimonio.
Lali se dio cuenta de que tenía razón en eso, pero nunca se le ocurrió que su ausencia lo iba a hacer sufrir.
-Confiaba en ti -continuó Peter mirándola con intensidad-. Admito que no tenía más remedio al principio, pero nuestra relación iba bien y bajé la guardia rápidamente. Creí que éramos una pareja. Pensaba en ti como en mi esposa y, de repente, todo se acabó.
Lali sintió que se le formaba un doloroso nudo en la garganta.
-Supongo que pensarás que soy una egoísta, pero te aseguro que jamás se me pasó por la imaginación que me fueras a echar de menos...
-¿Te crees que soy un témpano de hielo? -se rió Peter con amargura.
-Eres un hombre demasiado controlado y muy disciplinado.
-Me educaron para ser fuerte y para no mostrarme jamás vulnerable a los ojos de una mujer. Mi abuelo y mi padre pasaron por matrimonios desastrosos y me influyeron enormemente. Para cuando Alejo quiso hacerme cambiar de opinión, ya era demasiado tarde. Por eso redactó aquel testamento de locos, fue su último intento para abrirme los ojos, para hacerme comprender que, si hacía un esfuerzo y me arriesgaba, podría reescribir la historia de la familia y tener un matrimonio feliz.
-Bueno, eso no le ha salido bien -contestó Lali al borde de las lágrimas-, pero al menos no has perdido el Castello Lanzani.
-Quiero que sepas que venía hacia casa cuando me ha llamado Pablo.
-¿Por qué los hombres siempre os aliáis?
-¿Porque tenemos miedo? Cuando me ha detallado el documento que querías que te redactara, he comprendido avergonzado hasta dónde te he hecho llegar.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué no estás contento? No entiendo por qué estás avergonzado. Lo que yo quería era dejar por escrito que no pienso reclamarte jamás nada.
-Pero tienes todo el derecho del mundo a compartir lo que yo tengo.
-¡Quiero que te quede claro que ni quiero ni necesito nada de ti!
Peter tomó aire y echó los hombros hacia atrás.

No comments:

Post a Comment