Tuesday, April 28, 2015

capitulo 39

EL CASTELLO Lanzani era un castillo medieval que se alzaba sobre un remoto valle cerca de la frontera italiana.
Lo rodeaba un precioso lago de aguas cristalinas en las que se reflejaba su inmensa silueta y los picos nevados que lo circundaban.
Tanto el edificio como los alrededores eran increíbles y Lali entendió inmediatamente que Peter hubiera estado dispuesto a casarse con ella con tal de no perder aquel lugar. El helicóptero que habían tomado en Ginebra aterrizó en el helipuerto que había junto al castillo. Peter la ayudó a salir del aparato, la agarró de la mano y la condujo hacia el interior.
De repente, Lali se dio cuenta de que fruncía el ceño ante la claridad del día.
-¿Estás bien? -le preguntó.
-Sí, sólo estoy un poco cansado -contestó Peter molesto por no estar en plena forma-. Es que esta mañana me he ido a trabajar a las cinco...
-¿Cómo? -lo interrumpió Lali parándose en seco.
-Yo soy el Banco Lanzani. El banco no funciona sin mí -contestó Peter bruscamente-. Tenía que familiarizarme con lo que ha pasado recientemente, asegurarme de que las operaciones siguieran sin mí y ocuparme de lo que no entendía.
-¡No me puedo creer que haga tan sólo veinticuatro horas que tu médico te dijo que necesitabas reposo absoluto y tú ya hayas ido a trabajar al amanecer! -le espetó Lali.
-He hecho lo que debía hacer.
Lali lo miró y vio que estaba apretando los dientes. Aquel hombre era un cabezota redomado, pero parecía agotado.
-No respetas tu salud.
-¿Te crees que puedo desaparecer como si nada? -le contestó Peter entrando en el castillo-. Tenía que dar una explicación. De lo contrario, el pánico hubiera dañado a mi empresa.
-¿Y qué les has dicho?
-Les he dicho que, como consecuencia del accidente, veo doble y que tengo que descansar la vista. Así, mis secretarias me han dado toda la información que les he pedido sin sospechar nada.
-Muy listo -concedió Lali admirada.

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