Se levantó temprano a la mañana siguiente para desayunar con él antes de que se fuese y se encontró a Ben, sonriente en pijama, haciéndole compañía. Peter ya estaba vestido con un traje negro de impecable corte.
-Si te sirve de consuelo -le contó él con una atractiva sonrisa-, no he podido pegar ojo.
-La verdad es que yo tampoco -reconoció ella, llena de júbilo al pensar que la pelea de la noche anterior quedaba atrás.
Cuando lo acompañó al porche, Peter la estrechó entre sus brazos, mirándola fijamente a los ojos. Le dio un hondo beso que la conmovió.
-Continuará... -le dijo con ronca sensualidad.
Dos días más tarde, Lali salió sonriente de la consulta del ginecólogo. La habían tranquilizado ya que, como ella sospechaba, las recomendaciones del doctor Kasim habían sido demasiado extremas.
Sus guardaespaldas la esperaban en la planta baja de un moderno hospital y, en cuanto se abrieron las puertas del ascensor, se acercaron aliviados a ella. Le dio la impresión de que tenían instrucciones de no separarse de ella ni un minuto, pero les había pedido que la esperasen allí para no llamar la atención con su presencia en los pasillos. En unas doce horas, Peter habría vuelto, pensó feliz. Apenas podía esperar a decirle lo del bebé.
La limusina atravesó las calles arboladas de la ciudad hacia el Palacio Real. Peter le había dicho que tenían un amplio apartamento en el complejo palaciego y le apetecía verlo. El palacio era una serie de edificios de piedra arenisca, el más antiguo de los cuales databa del siglo XIV. Como su visita había sido anunciada, la recibió en la puerta un hombrecillo que se presentó como Rashad y le hizo una reverencia tan profunda que Lali creyó que se caería de cabeza.
Pronto se dio cuenta de que Rashad tenía instrucciones de acompañarla en una visita oficial del palacio a la vez que la instruía sobre la historia de los Lanzani. Era un hombre muy agradable, pero después de dos horas de subir y bajar escaleras, recorrer largísimos pasillos y cruzar innumerables patios, Lali comenzó a cansarse. Al ver su pálido rostro en uno de los espejos, le sugirió a su acompañante que continuasen la visita otro día.
Rashad la dejó en el soleado patio exterior de lo que Peter había descrito como un apartamento y que resultó ser una casa de considerables proporciones.
Sonrió al ver el fabuloso arreglo de rosas amarillas en el espacioso vestíbulo, fresco por el aire acondicionado, pero se sorprendió cuando el mayordomo le anunció que una visita la esperaba.
-¿Una visita? -preguntó, un poco agobiada, ya que lo único que deseaba en aquel momento era sentarse, quitarse los zapatos y tomar una taza de té.
-La princesa Belen lleva un rato esperando -dijo el sirviente.
Lali se puso tensa, pero supuso que, tarde o temprano tenía que suceder. En las últimas semanas había recibido visitas de las demás mujeres de la familia. Todas habían sido encantadoras, particularmente la inglesa Genette, la madre de Emilia. Quizás tendría que haberle hecho una invitación a Belen, pensó, ya que había que olvidar de una vez por todas la escena en el dormitorio de Peter. Al fin y al cabo, Belen también era de la familia.
En el salón, amueblado con hermosas antigüedades, Belen se puso de pie para saludarla y, durante un momento, lo único que Lali pudo hacer fue quedarse mirándola, porque era una preciosidad. Tenía la exquisitez de una muñeca de porcelana y el traje a medida azul acentuaba su delgada y elegante figura.
-Lamento no haber estado aquí cuando llegaste -dijo Lali, incómoda, sintiéndose enorme a su lado. '
-Es un consuelo que quieras hablar conpilgo después del desdichado incidente cuando nos conocimos -dijo Belen con toda naturalidad, poniéndola aún más nerviosa. Estoy dispuesta a dejar de lado mi orgullo por Peter.
-¿Có... cómo?
Los exóticos ojos rasgados se posaron en ella.
-He venido a rogarte que dejes libre a Peter. Lali palideció y se la quedó mirando fijamente; -Es... es una petición un poco...
-Peter me ama y yo lo amo a él -dijo Belen con confianza-. Quizás eso no te importe, te de igual que él nunca llegue a ser feliz contigo, pero Peter no se merece perder la oportunidad de ser feliz solo porque Pablo haya tenido un hijo ilegítimo.
Lali se puso más tensa. De modo que Belen sabía de la existencia de Ben.
pero belen que se cree para decirle eso a lali, espero que lali la ponga en su lugar yno se deje intimidar por belen.
ReplyDeletepero belen se volvio loca jajaajaj peter ni loco le va hacer caso aunque lali lo dejara mas
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