-Al principio, no, pero luego empecé a tener miedo y no me podía concentrar por mucho que lo intentase. Comencé a imaginarme las mil y una cosas que te podrían estar pasando y tuve que venir. Tenía que estar junto a ti.
-Tonto -dijo Lali, jugueteando con su corbata de seda. Le encantó que él se preocupase tanto por ella.
-Así que perdóname si todavía no te he demostrado mi alegría por la concepción de nuestro hijo –rogó Peter-. Estaba tan preocupado que no podía pensar en otra cosa. ¿De verdad te encuentras bien?
-Tengo una salud de hierro -le aseguró Lali dulcemente.
La estrechó entre sus brazos e, inclinando la cabeza sobre la de ella, la apretó contra sí.
-No podía pensar en otra cosa... Nuestro bebé... es una noticia maravillosa, pero saber que te encuentras bien es lo mejor de todo.
Ella le acarició la mejilla y él le tomó la mano para depositarle un beso en la palma.
-Tres meses antes de que mi madre muriese, fue al hospital para hacerse un chequeo y se enteró de que estaba muy grave. No nos dijo nada hasta que fue algo evidente, pero para entonces le quedaba poco tiempo de vida. Siempre lamentamos que no confiase en que nosotros seríamos fuertes por ella -murmuró Peter consternado-. Desde entonces, les tengo terror a los hospitales.
-Puedo tener al bebé en casa -le dijo para calmarlo, triste por él, pero feliz de que hubiese compartido sus temores con ella.
-Pero quizás eso no sea seguro y lo primero es tu seguridad, ma belle -le dijo Peter con inquietud-.
¿Sabes? Te quiero tanto...
La miró a los ojos y Lali sintió que el corazón le daba un vuelco.
-Al principio, era un deseo primitivo:-confesó Peter, un poco avergonzado-. Luego se convirtió en una lujuriosa obsesión. Nunca deseé a una mujer tanto como te deseaba a ti, pero estaba tan furioso por que me obligaras a casarme, que no reconocí mis sentimientos.
-No necesitas disculparte por ello -dijo Lali mientras la alegría se le extendía por el cuerpo con un agradable calorcillo.
-Aunque no quería sentirme atraído por ti, lo estaba. Me intrigó tu valor para enfrentarte a mí y comencé a darme cuenta de que querías a Ben de verdad. Pero no me di cuenta del alcance tu amor por mi sobrino -murmuró Peter-. Para entonces, quería que me quisieses por mí mismo, no porque fuese tu forma de conseguir estar con Ben. Al principio eso me causó amargura. Me sentí utilizado.
-Nunca pensé que te sintieras así -dijo Lali afligida.
-Pero no podía dejar de pensar en ti todo el tiempo que estuve en Nueva York. Y luego me enteré de que habías estado durmiendo en el cuarto de los niños! -dijo, lanzando una carcajada-. Parecía que Ben te atraía mucho más que yo, ma belle.
-No, tú siempre me atrajiste mucho, de hecho... –le aseguró Lali, abrazándolo.
Llamaron a la puerta, sacándolos de su ensoñación.
-¿Qué pasa? -protestó Peter, depositándola en el sofá a su lado.
Rashad entró, con muchas reverencias de disculpa. Habló en árabe y Peter se puso de pie inmediatamente.
-Tu amiga Julia ha llamado varias veces. Parece que tiene noticias urgentes -le explicó cuando Rashad se volvió a ir-. Perdóname. Si no le hubiese dicho a la servidumbre que no nos molestasen, te habrían pasado la llamada directamente.
-No me imagino qué noticia urgente puede tener que darme Julia -dijo Lali perpleja.
-Será mejor que la llames inmediatamente.
Lali se puso de pie, ansiosa por saber qué problema había, ya que Julia no usaría la palabra «urgen-te» sin motivo. Le había escrito a su amiga dos veces, unas cartas un poco extrañas, porque todavía no se ha fa atrevido a decide que el matrimonio con Peter se había consumado. Llamó a su amiga. -¿Lali? -le dijo Julia, excitada-. ¿Eres tú?
-Sí, soy yo.
-¡Tengo una noticia fantástica! Tienes derecho a venirte con Ben a Inglaterra.
-¿Volver a Londres con Ben? -repitió Lali asombrada.
-Registré el piso de tu prima de cabo a rabo y finalmente encontré su testamento...
-¿Rocio había hecho testamento?
-¡Lo habría encontrado antes si no hubiese supuesto tontamente que tú habías revisado sus efectos personales a conciencia! -le reprochó Julia-. Si lo hubieses hecho, te habrías ahorrado un 'montón de molestias. ¡Rocio te lo ha dejado todo!
-¿Rocio me ha dejado... qué?
-Todas sus posesiones, además eres la tutora legal de Ben. ¿No dices nada?
-Me he quedado de piedra -confesó Lali. Mirando a Peter, se apoyó el auricular en el hombro para decide-: Julia ha encontrado el testamento de Rocio y mi prima me ha dejado todo, además sóy la tutora de Ben.
Lágrimas emocionadas le corrieron por las mejillas. Rocio no tendría instinto maternal, pero había confiado en ella lo suficiente como para encomendarle el futuro de su hijo.
-En tu lugar, yo me volvería a Inglaterra en cuanto pudiese -le sugirió Julia-. Legalmente, los Lanzani no pueden hacer nada para quitártelo.
Lali vio como Peter salía del salón con el rostro tenso y pálido.
-Estoy embarazada, Julia.
-¿Qué... qué?
-Que me he enamorado perdidamente de Peter y estamos esperando un bebé -explicó Lali en tono de disculpa-. Es absolutamente maravilloso. Lamento no haber sido más sincera en mis cartas... y ahora que te has tomado semejante molestia, me siento fatal.
Se hizo un silencio sepulcral.
-¿Quiere eso decir que puedo contar con vacaciones frecuentes en un palacio real -preguntó Julia. -¡Desde luego! Nos encantaría que vinieses.
-Te perdono -rió Julia, pero parecía destrozada.
Lali le prometió que la llamaría más tarde y cortó. ¿Por qué se habría ido Peter? Debía de haberse imaginado su palidez, porque seguro que él se habría dado ya cuenta de que ella estaba a punto de decide cuánto lo quería antes de la interrupción de Rashad.
Peter no se había ido demasiado lejos. Se paseaba por el vestíbulo como un tigre enjaulado. En cuanto oyó sus pasos, se giró hacia ella, con dolor reflejado en los maravillosos ojos esmeralda.
-En cuanto vi tus lágrimas de emoción, supe lo que vendría. Ahora que eres la tutora legal de Ben y tienes recursos propios, quieres que te deje libre porqué no me necesitas más...
Lali comprendió entonces.
-No puedo hacer eso -juró Peter con vehemencia-. No puedo dejarte ir. No me imagino mi vida sin ti y Ben. Las últimas semanas que hemos compartido han sido inolvidables para mí. ¿Qué debo hacer para convencerte de que, si me das suficiente tiempo, puedo haceros felices aquí en Quamar?
-Peter...
Pero Peter estaba demasiado herido para callarse.
-Sé que has intentado adaptarte por el bien de Ben...
-Eso no es verdad...
-Estas últimas semanas, no me importaba... para mí era suficiente...
-Peter, ¿quieres calmarte y escucharme? -lo interrumpió Lali impaciente-. ¡Te quiero! No tengo la más remota intención de pedirte que me dejes ir. En cuanto a que yo me he conformado... pues, en cierto modo, es verdad. Eres lo mejor que me ha sucedido en la vida y me gustaste con locura desde el día en que te vi por primera vez...
-Sigue, no pares -la alentó Peter, fascinado por su declaración.
-Me sentía tan culpable por haberte chantajeado para que te casases conmigo que... no sé, demostrar demasiada felicidad me parecía perverso.
-Me alegra que me chantajeases...
-Pues bien que protestaste al principio –le recordó Lali desconcertada.
-Me adapté rápidamente -señaló Peter inclinándose para levantarla con delicadeza en sus brazos.-Pronto me di cuenta de que eras la mujer de mi vida.
-En la cama -añadió Lali.
-¿Estás diciendo que tú sabías que me amabas la primera vez que nos acostamos juntos?
-¡No, pero al menos yo no insistí con eso de que era sexo nada más!
-Sabía que algún día me echarías en cara esas palabras -dijo Peter, cerrando con el hombro la puerta de un amplio dormitorio. Le dirigió una pícara sonrisa y la dejó sobre la cama con dosel-. Pero como todavía. Creía que te habías acostado con mi hermano, no quería aceptarlo. Te habrías reído oyéndome unas horas más tarde cuando defendí nuestro matrimonio ante mi padre -le dijo con los ojos brillantes-. Cuando me dijo que, si me había casado contigo siguiendo un tonto impulso, me haría un favor deshaciendo ese matrimonio, sentí una repentina necesidad de estrecharte entre mis brazos. Y eso poco tenía que ver con Ben...
-¿De veras?
pobre peter pensando que lali lo iva a dejar,no quiero que termine
ReplyDelete+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
ReplyDeleteAyy masss tiernos! Me encantaaa
ReplyDeleteMaass