Monday, November 30, 2015

capitulo 13

-Sí... -dijo Peter levantando su arrogante cabeza.
-Sí... -murmuró Lali, sin saber to que estaba diciendo, completamente borracha de él.
Peter tomo sus labios entreabiertos con los suyos y fue como si una ola gigante la envolviera. Lali siempre había sonado con experimentar algo como aquello. La hambrienta boca de Peter  era una revelación. La pasión que sentía la controlaba por completo. Aunque necesitaba respirar, no podía apartarse de el ni un centímetro.
-La cara de un angel de Boticelli, el cerebro de una calculadora y el apetito sexual de una cualquiera -dijo Peter entonces, apartándola de sí-. Me gustaría tirarla al suelo y tomarla aquí mismo... usarla como usted usó a Pablo. Pero creo que puedo resistir la tentación -añadió, con desdén. Lali apenas podía oír lo que decía. Sorprendida por su propia reacción con aquel extraño, un extraño que la despreciaba profundamente, dio un paso atrás-. Ese gesto patético tampoco va a servir de nada.
Lali se dio cuenta entonces de que el estaba excitado. Mucho. Podía ver la excitación marcada claramente bajo sus vaqueros. Y, de repente, se sentía inmensamente aliviada de que las cosas no hubieran llegado más lejos... Su madre le había advertido muchas veces sobre la brutalidad los hombres.
-Me siento enferma... -murmuró, temblorosa.
-No va a engañarme -dijo Peter, sin piedad-. Pretendo que sufra las privaciones que Nicolas tendra que sufrir cuando no pueda seguir trabajando.
Lali no se encontraba bien. Eso era lo que le pasaba. De hecho, se sentia como si tuviera la gripe de nuevo. ¿Había imaginado el beso de Peter? ¿Cómo podía haberla besado? Era imposible.
-Los hombres son animales -murmuró, sin saber que lo estaba diciendo-... Usted es un buen ejemplo. Debería haber escuchado a mi madre...
-¿Qué dice?
Lali se pasó una mano por el pelo, incapaz de concentrarse, incapaz de mantenerse en pie.
-Me siento... mal.
Las botas de Peter aparecieron ante sus ojos un segundo después.
-No voy a dejarme engañar por ese teatro, señora.
Lali intentó decir algo, pero la habitacion empezó a dar vueltas. Un segundo después, se había desmayado.

Lali se movió un poco, pero antes de abrir los ojos se vio asaltada por unas poderosas imágenes.
Peter mirándola, con aquellos fabulosos ojos verdes. Peter murmurando palabras suaves mientras ella se revolvía, ardiendo de fiebre. Peter riendo. Tan confusas eran esas imágenes que pensó que había sido un sumo.
Cuando abrió los ojos, descubrió que no había soñado el increíble dormitorio en el que estaba sufriendo su segundo ataque de gripe. El sol de la tarde iluminaba antiguedades y hermosos cuadros en las paredes. Era una habitación elegante e increfblemente lujosa. Lali acarició el encaje de las sábanas que la cubrían, pensando en Peter. ¿Sería aquella su casa? Si lo era, debia ser un hombre muy rico.

No comments:

Post a Comment