Friday, November 20, 2015

capitulo 83

—No tienes estudios, ni dinero. ¿Cómo pudo mi hijo siquiera conocerte? Tú no eres de nuestro ambiente. Es natural que sospeche de ti, pero Peter no me dice nada.
—En realidad, no sé por qué Peter me ha pedido que viniera—susurró Lali, sintiéndose completamente mortificada.
—¿No? Se supone que tienes que tratar de congraciarte conmigo. Es un ejemplo típico de hombre y piensa mantenerse bien alejado de mí hasta que yo te haya aceptado. Por el amor de Dios, pero ¿cuántos años tienes?
—Veinte.
—Ahora Peter se dedica a pervertir a las menores. Solo puedo pensar que mi hijo está locamente enamorado de ti, ya que no encuentro otra posible explicación para su comportamiento —añadió, tratando de buscar respuestas. Sin embargo. Lali, que era incapaz de mentir, permaneció en silencio—. ¿Es que no tienes nada que decir?
—Yo lo amo —musitó, tras dejar la taza de té en la mesita, completamente intacta—. Bueno, no creo que tenga mucho sentido que yo siga aquí porque solo la estoy molestando y no tengo las respuestas que quiere.
—Si Peter te ama, no necesito ninguna respuesta. Ni interferiré entre vosotros.
—No me ama. Solo le gusto —confesó Lali.
Tras decir aquellas palabras, la joven salió al vestíbulo con la intención de marcharse, pero entonces vio que había alguien observándola desde la impresionante chimenea.
—Así que tú eres Lali —susurró Candela, con un profundo desprecio, mientras la miraba de arriba abajo.
Iba muy elegantemente vestida y su altura era considerable. Ver a Candela en carne y hueso era más espectacular que hacerlo en fotos.
Además de tener una figura perfecta, era muy hermosa.
—Eres más guapa en la realidad que en las fotografías —admitió Lali.
—¿Estás tratando de hacerme la pelota? He de reconocer que tienes agallas, al venir a visitar a Alice a esta casa. Este es mi terreno. ¡Y no te creas que me has robado a mi hombre! Solo lo tienes en calidad de préstamo.
—Sí, un préstamo indefinido —le espetó Lali, sacando su carácter—. Si fuiste tan descuidada como para perder a un hombre como Peter, es problema tuyo, no mío, pero ahora es mi marido...
—¿Y cuánto tiempo crees que va a durar?
—Tanto como él quiera. Mira, no quiero tener malos sentimientos
contigo. Yo no tuve nada que ver con que Peter y tú rompierais.

2 comments: