Saturday, November 28, 2015

capitulo 61

Peter no sabía cómo pedirle perdón porque no sabía lo que había hecho mal, pero sí sabía algo sobre las mujeres: que eran mucho más complicadas que los hombres, que siempre tenían razón y que los hombres tenían que disculparse antes de que el asunto se les escapara de las manos.
Y eso podía hacerlo. Porque en parte sentía que debía pedirle perdón... por lo que fuera. Por no haberse controlado, por haberle hecho el amor dos veces sin saber lo que iba a pasar después. Y por no ser el hombre que ella quería que fuera: un hombre con el que formar una familia.
Pasándose una mano por la cara, Peter decidió comprobar los mensajes, por si le había dejado alguno. Aunque era poco probable.
Con un cuaderno y un lápiz en la mano, pulsó el botón del contestador y se dispuso a anotar. Llamadas de trabajo, más llamadas de trabajo, publicidad, más llamadas de trabajo, la compañía telefónica para preguntar si querían instalar una segunda línea...
Lo anotó todo hasta que oyó su voz. Al oírla, su corazón se aceleró. Parecía muy seria, muy rara. Y no quería explicarle por qué se había ido de Nueva York ni pedirle un par de días libres mientras ponía en orden sus ideas.
No, le estaba diciendo adiós.
«Peter, soy Lali. Llamo para decirte que he aceptado otro puesto de trabajo. Iré dentro de unos días a tu casa para recoger mis cosas... a menos que prefieras enviármelas. Siento no haberte avisado con más tiempo, pero mi nuevo trabajo empieza inmediatamente. Seguro que enseguida encontrarás alguien que me sustituya».
Peter se quedó mirando el contestador, atónito.
¿Por qué? ¿Por qué había aceptado otro trabajo? No había pasado nada entre ellos que fuera tan horrible como para dejarlo plantado.
«Alguien que me sustituya?».
¿Cómo iba a encontrar a alguien que la sustituyera? Alguien competente, capaz, de confianza, alguien que quisiera encargarse de todo lo que se encargaba Lali... Había sido un milagro encontrarla. ¿Cómo iba a encontrar a alguien como ella? ¿Dónde?
¿Pero era eso lo que le dolía, perder a su secretaria?
No. Estaba a punto de tener un ataque de ansiedad por perder a Lali, no a su secretaria.
No iba a saber por qué se marchó de Nueva York sin decirle nada. No podría pedirle perdón... por lo que fuera y prometerle que, a partir de aquel momento, todo iría mejor entre ellos.
Aparentemente Lali no estaba interesada en mantener una relación con él... ni siquiera una relación profesional.

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