capitulo 80

—Sin embargo —prosiguió su esposo—, esas visitas tendrán que estar supervisadas.
—¿Supervisadas? ¿Por qué? —preguntó Benjamin.
—Porque maltrataste a Lali.
—¡Aquello fue un accidente! —protestó Benjamin.
—Mis abogados ya tienen una declaración de la mujer con la que tú vivías por aquel entonces —le dijo Peter, con una completa frialdad—. Está lista para testificar que vio que no sólo la atacaste sino que también la amenazaste con mayor violencia si mencionaba en el futuro que tú eras el padre.
Aquella vez, fue a su marido a quien Lali miró atónita.
—¿Que tienes una declaración de Liza? —preguntó Benjamin, incrédulo.
—Por supuesto, eso no impide que puedas solicitar que te dejen visitar a Tomas y todo lo que quieras, pero creo que es justo decirte que espero adoptar al niño y que haré todo lo que esté en mi mano para conseguir su custodia.
—¡Yo me alegro de que vayas a adoptar al niño! Yo solo había venido para tener una conversación amigable con vosotros —dijo Benjamin, furioso por la frustración que sentía en aquellos momentos.
—De acuerdo, pero todo lo que se organice con respecto al niño habrá de realizarse a través de la vía judicial —concluyó Peter.
—¡Ya he tenido bastante! —exclamó Benjamin, antes de salir corriendo por la puerta.
—Eres el padre de Tomas todavía, así que si quieres conocer a tu hijo yo no te lo impediré —dijo Peter, con un suave tono de voz.
—¡Olvídalo! —gritó Benjamin desde el vestíbulo—. ¡Por mí te puedes quedar con ese mocoso!
Cuando la visita se hubo marchado. Lali se sintió avergonzada del modo en que su antiguo novio había mostrado su verdadera naturaleza.
—¿Por qué le repetías constantemente que podía ver a Tomas?
—No permitiré que ese tipo utilice a tu hijo para amenazarte o como moneda de cambio en un intento de enriquecerse por nuestra nueva situación, pero tenía que asegurarme que no tenía ningún interés en el pequeño.
—¿Lo que dijiste sobre la novia de Benjamin por aquel entonces era un farol?
—No. Mis abogados tienen una declaración suya. Me pareció que era necesario tener pruebas de cómo te había tratado Benjamin para protegeros a Tomas y a ti.
—¿Ha roto Liza con él?
—Sí. Supongo que lo sorprendió tonteando con una de sus amigas y estuvo encantada de hablar a favor tuyo. Bueno, ahora tengo que marcharme...