Monday, November 30, 2015

capitulo 19

Como respuesta, Peter puso las manos sobre sus hombros. Lali sabía que iba a besarla y... ¡ella deseaba que lo hiciera! De hecho, no podía esperar. Era como una prueba. La última vez que Peter la había besado, ella tenía fiebre. Y desde entonces se había preguntado si realmente habia sentido lo que creía haber sentido.
Con una risa ronca, Peter se sentó sobre la cama y la sentó sobre sus piernas.
-Esto no es... yo no... -empezó a decir Lali, trémula.
Despreocupado, Peter empezó a acariciarla y Lali volvió a perder la cabeza. Cuando miraba aquellos ojos verdes; simplemente deseaba estar entre sus brazos. Sus pechos parecían mas firmes, sus cumbres dolorosamente sensibles. En el centro de su femineidad Lali sentía un dolor placentero.
-Entenderás que esto... no tiene nada que ver con Nicolas -advirtió Peter con voz ronca.
-Bésame -le pidió Lali, olvidada toda timidez.
Y él lo hizo. Lenta y profundamente, con una experiencia contra la que Lali no podía hacer nada. Pero tampoco intento defenderse. El abrió sus labios y la exploró con la punta de la lengua. Lali casi se desmayó y sus brazos, como por deseo propio, se enredaron alrededor del cuello del hombre.
-Bruja... -susurró Peter antes de tomar su boca con ansia.
Y el ansia del hombre la traspasaba. Lali enredó los dedos en su pelo oscuro y Peter se colocó sobre ella. El peso del hombre sobre su cuerpo añadía una dimensión nueva a la experiencia. Con cada embestida de su lengua que imitaba una posesión mucho más íntima, Lali se quemaba.
Estaba tan enganchada a la droga de su boca que apenas podía respirar. Peter empezó a acariciar sus pechos sin dejar de besarla, jugando con sus endurecidas cumbres hasta que ella se abandonó por completo.
En ese momento, alguien llamó a la puerta y Peter se apartó bruscamente. Después, sin ceremonia alguna, la tiró sobre la alfombra y le susurró que no se moviera.
Lali se quedo sorprendida al escuchar la voz de Euguenia. Sólo entonces se percató de su vergonzoso comportamiento. Mientras escuchaba la discusión que mantenían los hermanos, cerró los ojos, sorprendida de sí misma.
Deseaba a Peter. Lo deseaba con todas sus fuerzas. Hasta aquel momento, no había entendido lo poderoso que podía ser el deseo. ¿Y como podía culparlo por aprovecharse de ella después de encontrarla medio desnuda en su dormitorio? Ella lo había dejado... en realidad, lo había animado a hacerle el amor.
El sonido de unos tacones que se alejaban por el pasillo la hizo salir de aquel ensueño. -Arriba -dijo Peter entonces, tomándola de la mano.
-¿Dónde vamos?
-Tú a tu cama -contestó el.
-Por supuesto -murmuró Lali. Pero sabía que, sin la interrupción de Euguenia, no estaba claro donde habría pasado la noche. -No puedo creer que casi he dejado que me seduzcas.
-¿Perdona?
-Sabes muy bien que tienes que hacer para que un hombre se vuelva loco. -¡No te atrevas a hablarme así!
Unos segundos después, Peter la tiró sobre su cama. Lali cayó sobre las almohadas con los rizos alrededor de su cara, más pálida que nunca.

2 comments:

  1. jaajja pobre lali, como peter la tiro amo esta novela espero mas

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  2. Ayyy pobrr lali!
    No de ds cuenta de lo arpia q es la hermana! Masss

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