Thursday, November 26, 2015

capitulo 48 y 49

Peter no estaba dispuesto a casarse y tener hijos, pero no tenía ningún derecho a evitar que ella tuviera todo eso.
Una vez en la habitación, mientras se quitaba la ropa, Lali no sabía si sentirse enfadada o divertida por la situación. Peter era el hombre al que quería, pero él no estaba interesado, Y, sin embargo, tampoco parecía querer dejarla ir.
En fin, no se podía tener todo, pensó. Llevaba dos años loca por él, creyendo que algún día se fijaría en ella, que podría haber un futuro para les dos. Y ahora que sabía que eso era imposible, quería seguir adelante con su vida.
Pensó en Will, con su pelo oscuro, sus ojos marrones y su sonrisa fácil..
Podría haberlo invitado a subir a su habitación después de cenar si Peter no hubiera estado de tan mal humor.
Pero mientras se metía en la ducha, pensó que eso no era verdad. No habría invitado a Will a su habitación en ningún caso… Primero, porque ella no era la clase de chica que se acuesta con un hombre al que acaba de conocer y segundo, porque no estaba segura de poder dejar de pensar en Peter.
Se quedó bajo la ducha más tiempo del normal, dándole vueltas a la cabeza, y luego se puso crema hidratante por todo el cuerpo antes de entrar en la habitación envuelta en una toalla.
Tiró la toalla al suelo, sacó de la maleta un camisón de satén de color esmeralda y se lo puso, dejando que la suave tela acariciase su cuerpo...
Entonces oyó una vocecita y se volvió, con la mano en el corazón.
—¡Qué susto me has dado!
Peter estaba allí, en la oscuridad, sentado en un sillón.
—Perdona...
—¡Peter! —gritó Lali al percatarse de que la había visto desnuda—. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?
—La puerta estaba abierta.
—¿Y qué?
—Quería hablar contigo, pero no esperaba verte aparecer desnuda. Lo siento.
Lali se percató entonces de que él no se había cambiado de ropa. Estaba muy despeinado, como siempre que tenía un problema, se había soltado un poco la corbata y tenía el traje arrugado.
—¿Ocurre algo?
—He venido para pedirte disculpas por mi comportamiento durante la cena. Me he portado como un idiota.
Lali se sentó al borde de la cama.
—Un poquito, sí.
—Te diste cuenta, ¿eh? 
—Pues sí. No sabía qué te pasaba. Pensé que Will y tú erais amigos.
—Y lo somos.., o más bien, hacemos negocios juntos y nos llevamos bien.
—Entonces, ¿por qué lo has tratado así? Y a mí también, claro.
—Estaba furioso.
—¿Por qué?
Peter apartó la mirada.
—No me gustaba cómo te miraba, ni que te tocase, ni que te rieras tanto con él.
—¿Por qué?
—Porque no.
—Esa no es una respuesta —replicó Lali—. Por lo que me has contado en el avión, tú no estás interesado en mantener una relación amorosa con nadie...
Peter se levantó del sillón y apoyó las manos en la cama, una a cada lado de su cuerpo.
—Te equivocas —dijo en voz baja—. Estoy interesado. Estoy más que interesado.

Peter sintió que lo invadía una ola de deseo al acercarse a Lali. Poniéndose de rodillas delante de ella, respiró aquel aroma a jabón, a crema, la fragancia de su largo pelo suelto...
—He intentado negármelo a mí mismo
—empezó a decir—. He intentado olvidar esa noche... pero llevaba años esperando que pasara eso, Lali. Desde el primer día, desde que llegaste a mi casa para la entrevista de trabajo...
—¿Qué?
—Y mi claustrofobia fue la excusa perfecta para tocarte, para hacerte el amor.
Entonces levantó una mano para acariciar su cara.

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