capitulo 79

Lali palideció. ¿Benjamin? ¿Que Benjamin había ido a verla? ¿Cómo había sabido dónde se encontraba?
Efectivamente, Benjamin estaba en el salón. Alto y moreno, estaba más elegantemente vestido de lo que nunca lo había visto, aunque se había dejado crecer una perilla y un bigote.
—¡Vaya! ¡Si estás estupenda! —exclamó, estudiando la elegante tala y el jersey de cachemir que ella llevaba puestos—. ¿Y por qué no ibas a estarlo?
Supongo que ahora tienes una buena serie de tarjetas de crédito...
—¿Cómo has descubierto dónde vivo? —la interrumpió Lali.
—Después de ver las fotos de tu boda, no tuve que contratar a un detective. Te has establecido muy bien, ¿verdad? —dijo Benjamin mirando a su alrededor—. Bueno, me alegro de que te haya ido tan bien.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Evidentemente, quiero ver a mi hijo —la informó Benjamin.
—¿Y por qué quieres hacer eso de repente?
—Un niño debería conocer a su padre.
—Tú me dijiste que lamentaría haber nacido si le decía a alguien que Tomas era hijo tuyo. Cuando más te necesitábamos, ¿dónde estabas? No quisiste ni...
—Aquel día la situación estaba un poco tensa.
—¿Tensa? Tomas y yo acabamos en la calle, sin tener un sitio en el que refugiarnos. ¡A ti no te importó nada! Si quieres ver al niño que tienes la caradura de llamar «tu hijo», ¿cuándo estás pensando pasarle dinero para su manutención? ¿Crees que puedes venir aquí y...?
En aquel momento, Lali sintió que un fuerte brazo la rodeaba. Aquel gesto la sorprendió, dado que no había escuchado que se abriera la puerta.
—Tranquila,
cara
—susurró Peter—. Yo me ocuparé de esto.
—Me temo que Lali y yo no nos separamos siendo muy buenos amigos — dijo Benjamin, con una sonrisa poco sincera, mientras le extendía la mano a Peter— . Me llamo Benjamin. Soy el padre de Tomas.
—Peter Lanzani.
Lali se quedó atónita de que Peter estrechara la mano a aquel hombre. Le pareció una traición, dado que ella ni siquiera podía soportar tener a Benjamin dentro de la casa. Solo le traía malos recuerdos.
—He visto a un abogado, para ver en qué posición me encuentro —se apresuró Benjamin a explicar—. Voy a pedir poder hacerle visitas a mi hijo e incluso voy a solicitar la custodia conjunta.
—Por supuesto. Tienes derecho a ello —dijo Peter, mientras Lali sentía que el alma se le caía a los pies.
—Pero Peter...