capitulo 10

Y más aún. Él no la culpaba sólo de deshonestidad. Peor que eso, Peter estaba seguro que, si ella fuese obligada a responder un proceso, mentiría, diciendo que actuó así para el bien de él, no para el suyo propio. — Voy a usarte, como un día me usaste —Peter insistió. — ¿Y qué planeas hacer? — ¿Qué crees? —él sonrió irónicamente. — Estoy seguro que nunca más te involucrarás con un siciliano. — Quiero, antes que nada, pruebas de lo que me acusas. Voy a buscar un abogado. — Es necesario que presente pruebas de que no usaste deshonestidad. — Y tú, ¿puedes tener pruebas de algo que no hice? — Si tuvieras aún algo de aquel dinero, Lali, lo quiero de vuelta. Entonces, cuando haya terminado contigo... — ¡Ni vas a comenzar conmigo! —Lali se preparó para salir del coche, pero quería retirarse con dignidad. — No me digas que no puedo continuar con lo que comencé. ¿Te parece que te dejaré ir así? Deberías haber imaginado que estaba buscándote hace tiempo. Y esa búsqueda empezó cuando vi tu fotografía... — ¿Mi fotografía? — Si, en el boletín de Earth Concern. Raramente tengo uno de esos folletos en mis manos —dijo Peter secamente. —Pero, allí estabas tú, en pie al lado de Haland, recaudando fondos para una institución. Lali se había olvidado de la fotografía cuando Eugue la mencionó. Creyó que su encuentro con Peter aquel día había sido ocasional, y que Peter no sabía que ella trabajaba en Earth Concern. — ¿Una mentirosa, deshonesta como tú, ocupando una posición de confianza? —Peter agregó. — ¿Y junto a personas bien intencionadas, más interesadas en ayudar al prójimo que en hacer negocios? Y ahí viene Lali, pensé, tal cual una serpiente en un gallinero lleno de pollitos esperando a ser desplumados. La sangre de Haland se congelaría en las venas si supiese de lo que eres capaz. — ¿Como puedes osar llamarme serpiente? —Lali protestó. — Debe haber habido algún terrible malentendido... — ¿Malentendido? He seguido tus pasos y sé exactamente quien eres. No me vengas con eso de que estás arrepentida. Y tú eres tan linda, ¿tan miñón? Haces que un hombre se sienta protector. No condeno al viejo Haland por enamorarse de una criatura frágil, ¡tan femenina! La atmósfera estaba poniéndose explosiva. Con la boca seca, susurró: — Peter, yo... Peter la agarró y dijo: — Cierra la boca. Nunca más me enamoraré de ti, cara, sé como eres de inteligente. Pero tu vida va a cambiar. Entérate que traicionarme fue tu gran error. — No existe la menor posibilidad que sea apresada por algo que no hice. No estoy preocupada por eso.