Thursday, December 17, 2015
capitulo 30
— Peter ya estaba de salida —Lali explicó, intentando calmar los
ánimos de los dos hombres.
— Preséntame —ordenó Peter, con los ojos lanzando llamas.
— Dalmau. Gaston Dalmau—dijo Gaston, poniéndose al lado de Lali, en
actitud protectora. — Y, si no sale de esta propiedad inmediatamente, tendrá
dificultades.
— ¿Le parece? —Peter sonrió irónicamente.
— Si, no lo dude —respondió Gaston.
— Gaston, por favor —pidió Lali.
— Vengo esperando por este momento desde hace mucho tiempo —dijo Gaston furioso.
— Lali va a volver conmigo a Londres. Siéntate en el auto y quédate
quietecita, cara. No demoraré.
Una vez constatado que no tenía nada más que hacer para convencer a
Peter, Lali se dirigió a Gaston.
— Esto no tiene nada que ver contigo —dijo.
— ¿Nada que ver conmigo? ¡Él te robó de mí hace cuatro años! —Gaston
vociferó, aún sabiendo que no era verdad. Ella rompió con Gaston 18 meses antes
de comenzar a trabajar en Industrias Lanzani.
— Y estoy dispuesto a hacer eso de nuevo —Peter declaró.
— Paren con la discusión... ¡los dos! Los niños pueden presenciar todo.
¿Están locos?
Gaston avanzó contra Peter y este reaccionó al ataque dándole un golpe
en el estómago, haciéndolo caer al piso, con un gemido.
— Entra en el coche —le dijo a Lali enseguida. — Porque, si este
sujeto se levanta, acabaré con él.
— No puedo, tengo que encargarme de los niños.
— Ve a hacer un paseo en coche, Lali —sugirió Alejo. — Eso dará
tiempo para que estos dos se calmen.
Lali se revolvió. ¡Hombres!, pensó, son todos iguales.
— No tengo la mínima intensión de entrar en el auto con él —declaró. —
Y, si hubiera más peleas, usaré la manguera del jardín para calmar los ánimos.
Peter simplemente la cargó en brazos y la arrojó, como si se tratase de
un paquete, dentro de la Ferrari. Se sentó a su lado antes que Lali se
recuperase de la sorpresa.
— Déjame salir ya.
— Tú creaste la situación; por lo tanto, mereces todo lo que está pasando
—reviró él, poniendo el vehículo en marcha.
Lali hizo un esfuerzo para abrir la puerta; pero estaba trancada.
Peter frenó el coche al llegar al portón y preguntó, con los ojos llenos de
odio:
— ¿Hace cuánto conoces a Gaston?
— No te incumbe.
Peter agarró los cabellos dorados de ella, impidiéndole moverse.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
mas nove ♥
ReplyDelete