Saturday, December 19, 2015
capitulo 48
— ¿Aquí?
— No pretendo llevarte de regreso a Londres.
— Pero pensé que íbamos a vivir en Lon...
— Pensaste mal. Puedo dirigir mis compañías desde aquí. La tecnología
avanzada vuelve eso posible. Necesitaré hacer viajes ocasionales, pero me
quedaré aquí la mayor parte del tiempo, observándote cuidar a nuestra hija.
Un trabajo que ocupará todo tu tiempo.
Lali lo encaró, aturdida. Sus ojos color chocolaste brillaban de sorpresa
y desencanto.
— Si este lugar es tan aislado como dices, no es bueno para Alegra —
protestó. Fue el primer pensamiento que afloró en su mente.
— Es perfectamente bueno para Alegra. Le arreglaré un cuarto, bien
equipado, y conseguiré una escuela primaria a cinco kilómetros. La nueva
generación se vio forzada a mudarse de este lugar por causa de la poca facilidad
educacional para los niños. Los padres quieren ver a sus hijos cerca. Nuestra
comunidad es dependiente de otras. Pero para Alegra será fácil.
— ¡Ella ni siquiera habla italiano, Santo Dios! —Lali exclamó,
desilusionada con la rapidez con que Peter dio respuesta a sus protestas. Sin
duda él reflexionó bastante sobre el tema, y tomó sus decisiones sin
consultarla.
— ¿Y por qué no habría de aprender italiano? Este es mi hogar y,
consecuentemente, el de ella —Peter respondió. — Niños de esa edad
aprenden fácilmente otra lengua. Lali será bilingüe.
Arrasada, Lali entendía ahora las insinuaciones que le hiciera antes
sobre la vida nocturna y las boutiques. Evidentemente Peter creía que cosas
de ese tipo eran de suma importancia en su vida, y se propuso privarla de todas
esas frivolidades. Por lo visto, no le dio crédito cuando le dijo que le gustaba la
vida de campo. Y ahora la amenazaba con un aislamiento similar al de una
prisión, más que cualquier otra cosa.
Lali estaba aterrada. ¿Habría sido la idea de él alejarla de su familia
y de todo lo que le era familiar? ¿Querría Peter castigarla por haberlo puesto
en posición de verse forzado a casarse para tener acceso a su propia hija?
¿Estaría tan determinado a hacer lo posible para que su matrimonio fracasara?
— Vamos a cenar —dijo él, poniendo la mano en la espalda de Lali y
conduciéndola a la puerta. — Estás en estado de shock, ¿no?
— Claro que si. ¡Y no puedo encontrar una buena razón para que te
comportes de este modo! —Lali exclamó, desanimada. Pero, íntimamente,
podía ver docenas de razones que podrían llevar a Peter a practicar actos de
acuerdo a su naturaleza vengativa.
— Si consigues un amante, te mataré. ¡Sólo pruébame! —Peter se
inclinó, susurrando en su oído. — Por eso me pareció mejor negarte la
posibilidad de la tentación; ¿concuerdas conmigo? Aquí no serás tentada a
encontrar un hombre y yo no seré tentado a cometer un crimen pasional.
Lali miró el lindo par de candelabros de plata en el centro de la mesa,
y se sentó automáticamente. “Si consigues un amante, te mataré”. ¿Por qué motivo, el día de su boda, pensaría Peter en admitir que ella encontraría un
amante? La amenaza, para el caso de su infidelidad, fue tan absurda que
Lali, sentada a la mesa en absoluto silencio, imaginaba cual de los dos se
estaría volviendo loco.
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