capitulo 63

¿No fue, acaso, el comportamiento de Peter un aviso de lo que vendría después? Apenas la deseaba, se interesaba por ella solamente en el terreno sexual. En fin, él consiguió a Alegra, y la madre de Alegra venía en el paquete. Para Peter ella tenía menos valor que una amante, y valor ninguno como esposa. La imaginaba ávida de dinero. ¿No era así que funcionaba el temperamento latino? En cuanto a Lali, al compartir la cama con él, perdió el respeto en si misma. — Creo que no has sido amante de Gaston —Peter dijo de repente, como si mencionase algo sin importancia; los ojos de reflejos esmeralda fijos en ella expresaban un deje de gratitud. — Cualquiera que haya sido tu noviazgo con el muchacho, sé que no durmieron juntos. Llamas de odio colorearon las mejillas de Lali. Entonces, Peter finalmente le creyó algo. Pero muy poco, y demasiado tarde. ¡Ella insistió tanto en aquello! Debería, eso si, haberlo dejado sufrir con la sospecha. — ¿Cómo te gustaría pasar el día? —Peter le preguntó. — Me gustaría meterme en una bolsa y saltar de lo alto de un acantilado. — No le encuentro la más mínima gracia. — No estoy intentando ser graciosa. Me siento... —Lali tragó. — ¡Me siento usada, lastimada, y amargada! Irritada, salió de la cama y se fue a su cuarto. — ¿Lali...? — Déjame en paz. Bueno, su paciencia se agotó, Lali se decía a si misma. Casarse no quería decir que tenía que ser una alfombra a los pies de su marido. Si Peter se casó por causa de Alegra, todo bien. Pero ella no sería la esposa ideal. ¿Por qué habría de consentir ser humillada? Estaba cansada de ser acusada de un crimen que no cometió. Peter destruyó la evidencia. ¿Cómo podría probar su inocencia ahora? Él se rehusaba a oírla. Lali descendió una hora más tarde, de bermudas y camiseta. Manifestó deseo de recorrer el castillo, y Paolo se apuró a acompañarla. Con Giulia traduciendo de la mejor manera posible, Lali comenzó a aprender italiano. Y la encontró una experiencia agradable. — Entonces, ¿es aquí que estás? —la conversación animada se transformó en un silencio cortado. Los ojos chocolate se oscurecieron cuando Lali vio a Peter parado en la puerta. — Estoy haciendo un tour por el castillo —dijo. — Yo planeaba mostrarte todo. — Como ves, no va a ser necesario —Lali respondió. Sus acompañantes desaparecieron como nieve en verano, dejando detrás de si una tensión eléctrica en el aire. — ¿Qué piensas hacer? —Peter le preguntó.