capitulo 50

Paolo sacudió la servilleta y la colocó en el regazo de Lali. Enseguida abrió una botella de champagne, llenó dos copas e hizo un pequeño discurso en italiano. — En caso estés interesada en saber lo que dice —Peter declaró, preparándose para traducir, — Paolo nos deseó felicidad y bendiciones en nombre de todas los criados. Y espera que nuestra unión traiga frutos y llene esta casa de hijos. Pero él sin duda quedará encantado cuando sepa que ya nos adelantamos en ese tema, antes mismo de casarnos. — ¡Que amable! —Lali comentó. — Sólo espero ser el único en tu vida, de aquí en adelante, en producir frutos por tu intermedio. Lali se sonrojó. — Peter... no sé de dónde sacaste la idea que yo pueda... — ¿Entrar en otra cama a menos que te amarre a la mía? —comentó, mirando atentamente el rostro ruborizado de Lali. — Te vi en acción, cara. Te observé con Edwin Haland y con Gaston. Puedes ser pequeña, ¡pero eres letal! Si fuese árabe, te trancaría en un harén y tiraría la llave. — Nunca dormí con otro hombre. —Lali irguió la cabeza. — No mereces que te lo diga... — No... Merezco la verdad. Gaston fue tu amante. — ¡Gaston nunca fue mi amante! —Lali protestó con vehemencia. — Fue bastante darte la espalda por 48 horas, —Peter murmuró en un tono de voz que congeló la sangre de Lali en sus venas — ¿y qué pasó? Te encuentro con Gaston, permitiendo que te toque... Lali recordó inmediatamente la escena en el jardín. Aquel día Peter esare no dijo una palabra, y Lali creyó que él había considerado inocente el hecho. Ni lo comentó más tarde. Tal vez estaba, en aquella ocasión, interesado apenas en Alegra. Fue lo que ella pensó. Pero, para su sorpresa, Peter no se olvidó de lo ocurrido. — Alegas —comentó Peter — que Gaston fue tu amigo de la infancia. Pero estuviste de novia con él durante años, y siento que Gaston besa el piso por donde caminas. — ¿Quién te contó que Gaston y yo éramos amigos de infancia? — Tu hermana. Y estoy seguro que ella no mintió.