capitulo 18

— Pero... ¿cómo supiste que tenía la mencionada cantidad en mi cuenta corriente? — Poseo mis propios métodos. Y ahora, ¿confiesas tu culpa? Lali quemaba de odio. Era demasiada coincidencia. Alguien preparó todo aquello. Pero, ¿quién? ¿Y cómo podría descubrir y probar su inocencia? Por cierto el banco tendría condiciones de saber quién transfiriera las cincuenta mil libra de una cuenta a la otra. Pero no discutiría el asunto con Peter. Sin duda él diría que, por miedo a la investigación, ella transfirió el dinero en un intento de esconder su deshonestidad. — Sólo trabajaste con Edwin recientemente. ¿Qué hiciste antes? ¿Viajaste? ¿Te divertiste en fiestas? No hubo fiestas en su vida en los últimos años. A pesar de las protestas de su hermana, vivió prácticamente sola. Haciendo algunos trabajos esporádicos, con los cuales ganó algún dinero, pero no el suficiente para vivir con Alegra en Londres. En fin, no tuvo mucha elección. Sería pedir ayuda a Peter declarando que él tenía una hija, ó recurrir a Gimena y Nicolas. Entre ambas opciones, la familia ganó. En verdad, Lali preferiría dormir en un banco de plaza a decirle a Peter que tenía una hija. Un hombre que la despidió de su empleo a la mañana siguiente de la noche en que pasaron juntos, no merecía ser padre. — ¿Y las fiestas? —Peter insistió. — ¿Te pasabas la vida yendo a fiestas? Lali tiró la cabeza para atrás, y mintió: — ¿Por qué no? — ¿Con quién? —él preguntó, frunciendo la frente. Lali se divertía con la rabia de él. Si, Peter la deseaba, la encontraba atractiva. Y ella, a pesar de odiarlo, vibraba cuando Peter la tocaba. Él era un hombre terriblemente sensual. — Te pregunté con quien —insistió Peter. — ¿Y qué te importa con quién salía? — Quiero saber. Y quiero saber también donde has ido los fines de semana durante los últimos años. — ¿Acaso te pregunté lo que has hecho en los últimos fines de semana? —Lali se sorprendió oyendo su propia voz hacer la pregunta. — Yo pregunté primero —él retrucó. — ¿Con cuántos hombres saliste? — ¿Con cuántas mujeres saliste? — Los fines de semana, ¿con quién estuviste, Lali? ¿Con quién? Lali pensó luego en la cantidad de días que pasó en la compañía del abuelo de Nicolas, un hombre que conocía desde los tres años. Alejo era un agradable señor bastante habilidoso que compartía su inmensa mansión con su nieto Nicolas y Gimena. Y tenía siempre mucho cuidado para no interferir en la vida privada de la pareja. — Con un hombre mucho mayor que tú, Peter.