Wednesday, December 23, 2015

capitulo 79

— Mejor así —Peter sacudió los hombros. — No voy a hacer milagros en favor de Pablo. Tendrá que enfrentar una situación muy difícil, y dudo que se libre de la cárcel. — ¿Lo viste? — No. Con todo, Pablo confesó a mi abogado lo que hizo años atrás y le pidió que me pasara la noticia. Al saber que nos habíamos casado, entró en pánico, creyendo que yo ya sabía de la falsificación de la evidencia. Confesó, creo, con la esperanza que sintiera pena de su problema. Lali sonrió, una sonrisa nerviosa. — En espacio de 48 horas —Peter prosiguió — él pagó a un especialista en falsificaciones para recrear tu firma, y contrató otro para montar la cinta. El diálogo entre tú y Severn fue perfecto. Era tu voz. No es difícil hacer eso, hay imitadores de primera calidad. Después de haber conseguido todo, voló a Hong Kong para presentarme las pruebas. — Yo no tenía idea que... — Me pregunté muchas veces si yo había actuado de la manera correcta. Pablo me informó que habías salido de vacaciones y yo no sabía como comunicarme. — No tenía teléfono en casa, entiendo el problema. Pero estaba en la oficina... No salí de vacaciones ni nada parecido. — Sé eso ahora, pero no lo sabía en aquel momento. — ¿Por eso no me llamaste? —dijo Lali, como si estuviese hablando consigo misma, afirmando más que preguntando. Ela recordó como sufría a la espera de aquel llamado. El silencio de Peter la atormentó, haciéndola sospechar que él lamentaba la breve intimidad compartida. — Pablo se arriesgó mucho. Si hubieras entrado en contacto conmigo, y contado... — Jamás acusaría a tu hermano, sin... — En Hong Kong, Pablo me dijo que oyó una conversación telefónica tuya algunos días atrás, y concluyó que habías pasado información confidencial. Y me presentó las pruebas, como te dije. Te tenía en un pedestal, querida, te creía perfecta. Eras inteligente, sexy, en fin, poseías todas las cualidades que siempre deseé encontrar en una mujer. Quedé terriblemente enamorado. Era escéptico acerca de amor y el matrimonio. Mi madre se casó con mi padre por dinero. Él trabajó como un esclavo toda su vida para darle una existencia lujosa. De cuando en cuando ella tenía un amante. Por eso, cuando Pablo me presentó los documentos, creí que yo era tan idiota y ciego como mi padre fue. — Peter, yo no... — Hey, lo primero que hice, fui volver a Londres y buscarte. No te encontré. — Lo que me hizo, a tus ojos, aún más culpable, ¿no? — Me sentí culpable por haber odiado a Pablo. Él y yo nunca nos llevamos muy buen, no teníamos nada en común, a pesar de la pequeña diferencia de edad. Pero, en aquellas circunstancias, creí que me estaba ayudando.

No comments:

Post a Comment