Wednesday, December 30, 2015

capitulo 23

La puerta se cerró en su cara. ¿Se estaba volviendo loca? ¿Era una pesadilla las últimas veinticuatro horas que había vivido? Lali se metió en la cama, adoptando la posición fetal. Peter era un extraño. No lo reconocía. Y tampoco se reconocía a sí misma. Desde que habían estado e el banco se había comportado de manera extraña. Primero con furia. Luego con una actitud más sarcástica que furiosa al creerse que ella había intentado atraer su atención. Lali no comprendía por qué Peter quería seguir unido a su esposa con la que se había casado por chantaje. ¿Por qué aceptaba esa farsa? ¿Y por qué la seducía sexualmente, así, de pronto, después de cinco años de ignorarla? Y lo peor, ¿Por qué ella se había quedado ahí, sin hacer nada, y le había permitido incluso besarla? Era cierto que Peter era un hombre muy experimentado. Tal vez cualquier hombre con esa maestría pudiera arrancarle a una mujer inexperta como ella las sensaciones que acababa de experimentar con Peter. Pero le asombraba que Benjamin no lo hubiese logrado. Se avergonzaba de sí misma. El sexo, se decía, no era tan importante en una relación. Ella amaba a Benjamin. Lo amaba realmente. Pero lo que realmente le preocupaba y la sorprendía, era que Peter todavía pudiera ejercer esa atracción sexual sobre ella, cuando creía que ya era un asunto más que pasado. Y Peter le había demostrado que no era así, y se había reído de ello. ¡Qué golpe para su orgullo! A la mañana siguiente se encontró con la ropa limpia en la habitación. «Muy considerado de su parte», pensó con ironía. Se puso el traje azul de Versace, y trató de reparar los daños sufridos a su aspecto después de una noche sin dormir. En la sala se encontró con Peter detrás del Financial Times. Al verla lo dejó a un lado y alzó la taza de café. Deberías volver a la cama. Pareces la víctima de un vampiro que espera que le den el tercer bocado. - Muy gracioso. - Eres afortunada de encontrarte entera, después de lo que he descubierto anoche. Creo que he sido extremadamente tolerante y comprensivo, pero no abuses. Lali tomó un croissant consciente de la mirada de él en todos sus movimientos. Peter vestía un traje azul, camisa blanca, corbata roja de seda. Estaba impecable, sin apenas signos de una mala noche. Y parecía haber recuperado totalmente el control. Lali sintió odio hacia él. Sus manos temblaron al cortar el bollo. - Quiero ver a un abogado esta mañana. Quiero el divorcio. - Estás soñando, me parece. - Yo... - ¡Calla! – le ordenó él. - No puedes impedírmelo. - Simplemente hago como que no te he oído. - ¡No pienso seguir sentada aquí para que me insultes!

No comments:

Post a Comment