Friday, January 1, 2016

capitulo 28

Vendió el collar de su abuela en una joyería. Le dio pena, y se sintió culpable por ello. Pero esperaba que su madre, si la veía desde arriba, la comprendiera. Nuevamente en casa, buscó en los armarios la ropa más sencilla que tenía, vaqueros, faldas. Buscaría un hotel pequeño hasta que pudiera encontrar algo más barato para vivir. Y después buscaría trabajo, cualquier trabajo. De ninguna manera sería, como había dicho Peter, como un recién nacido desprotegido. En ese instante, sonó el teléfono interno. Era Petros, informándole de que tenía una visita abajo esperándola. Un tal señor Amadeo. ¿Había idoBenjamin a su casa? Lali no podía creerlo. Como no había llamado la noche antes, ella había creído que él no se encontraría en casa, y había intentado llamarlo más tarde, sin dar con él, cuando había tomado la decisión de abandonar a Peter. Benjamin estaba de pie en la sala, mirando un cuadro de Picasso, el pintor preferido de Peter. - ¡No tendrías que haber venido! - ¿Es auténtico? – preguntó Benjamin señalando el cuadro. - Sí – tenía tantas cosas que contarle que no sabía por dónde empezar. Y además, no sabía qué cosas contarle y qué cosas reservarse. Notaba que, absurdamente, tenía un cierto sentimiento de lealtad hacia Peter. No le gustaba ver a Benjamin en casa de Peter. No le parecía bien, simplemente. Y tal vez por ello no podía echarse en sus brazos. - Me han dicho anoche que no estabas en casa, cuando te he llamado. - Pero estaba. - ¿Sería Peter el responsable de que le hubiesen dicho eso a Benjamin? ¿Significaba que a partir de ese momento sus llamadas iban a ser controladas y censuradas? De todos modos ya no importaba. Se iría de allí. - Le he dicho a Peter que quiero el divorcio. Hoy me voy de esta casa. Benjamin sonrió, atravesó la alfombra del salón y le dijo: - Querida, ¡es fantástico! Cuando intentó besarla, Lali se apartó nerviosa. - No, aquí no. No me parece bien. Benjamin se rió y dijo: - Espero que te sientas mejor en mi apartamento esta noche. - Benjamin, no me voy a vivir contigo. - Sí, podría ser perjudicial para tu divorcio. Tienes razón. Eres una chica sensata. Después del comportamiento de tu marido, no entiendo cómo puedes sentirte culpable de la pareja. Eso podría afectarte en el convenio de divorcio. - No quiero nada de Peter. - No seas tonta, Lali. Ya sé que tienes la herencia de tu padre, pero... Lali se puso tensa. ¿Por qué no hablaban más que de dinero? «Una larga trayectoria en la caza de mujeres ricas», las palabras de Nik volvieron a su mente. - Ése es un tema del que tenemos que hablar. - Lo digo por ti. Tú no estas acostumbrada a las estrecheces. No soportaría ser el responsable de que te vengas a menos. - No lo serás. Seré libre y seremos como cualquier otra pareja. Es mejor que te vayas ahora. No debieras estar aquí – Lali fue razonable.

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