Tuesday, June 16, 2015

capitulo 17

—Tú confías en que respete las barreras.... ¿por qué? —dijo deslizando el dedo índice por su labio inferior para dibujar su plenitud con un erotismo insoportable—. En el estado en que estoy, tu confianza puede ser desmedida. Quizá haya sido demasiado honorable hasta ahora.. Te puse muy fácil al irme de Inglaterra, pero esta vez no te lo pondré tan fácil.
—Deja que me vaya —murmuró Lali.
Su rigidez se transformó de repente en una temblorosa debilidad mientras aquel dedo experto exploraba su boca temblorosa. Ahora la estaba sacudiendo una oleada de deseo tan fuerte como para desmoronar todas sus defensas.
—¿Es que no te han abrazado otros hombres... o besado? ¿Por qué esperas que yo sea diferente?
Sus senos subían y bajaban agitados y los pezones pujaban contra el encaje de su sujetador. Sintió un ardor sexual entre los muslos que le hizo arquearse como un gato al sol, pero en lo más profundo de su mente había un miedo igualmente animal ante sus propia! respuestas —¡No!
—Pero tus ojos dicen sí... y si me hubiera comportado como un hombre de tu mundo, no me hubieras esquivado hace dos años. Te dejé libre —entonó Peter con embrujadora intensidad—. ¿Sabes por qué a una mujer soltera no se le permite estar a solas con un hombre en Arabia? Se supone que los hombres pecarán y la mujer es demasiado débil como para resistirse a la tentación, porque está hecha para dar el mayor placer a la existencia de un hombre. Como tú serás mía de corazón, alma y cuerpo porque me lo prometí en Inglaterra, pienso cumplir esa promesa con más dulzura de la que te puedas imaginar.
—¡Quiero irme al aeropuerto!
Peter se rió con suavidad. Una mano fina se hundió en el hueco de su espalda y la atrajo hacia él mientras bajaba con arrogancia su cabeza morena.
—La imagen de un avión despegando... el paraíso abriéndose mientras las puertas de tu jardín secreto... es de lo más adecuado. Pero también es cierto que tú eres una mujer extraordinariamente sensual.
Lo sentí desde el principio.
Un violento temblor la sacudió mientras su aliento abanicaba su mejilla. Entonces poseyó su boca con un ardiente ansia de posesión que la arrastró con rapidez a un mundo desconocido en el que se sintió perdida.  Peter le abrió los labios con la punta de la lengua y exploró su húmedo y tierno interior que ella abrió instintivamente para él. Con un gemido estrangulado, Lali se incendió en una creciente oleada de pasión, la excitación salvaje y desbordada la asaltó como una tormenta. Con cada beso febril, esperaba con desesperación que llegara el siguiente apretando el cuerpo ardiente contra el duro calor de él para buscar una proximidad que cada fibra femenina de su ser ansiaba. Alzó las manos hacia sus anchos hombros y las deslizó brevemente por sus duros músculos antes de rodearle el cuello con fuerza y deslizar los dedos por el lujurioso pelo negro en la base del cuello.
Con un gemido, Peter se puso rígido de repente y apretó los brazos alrededor de ella para alzarla y besarla sin aliento y con una urgencia tan intensa que elevó el ardor de ella hasta cimas increíbles.  Lali se pegó a él hundiendo los dedos en su pelo sedoso porque él era la única influencia estable en aquel vértice de violenta pasión.  Peter murmuró algo contra sus labios y Lali le besó de nuevo con el ansia salvaje que despertaba en ella.
Entonces él la posó sobre algo suave para echarse a su lado y cuando apretó su largo y poderoso cuerpo contra ella, la oleada de deseo la sacudió con tal fuerza que arqueó las caderas.
Su mano se cerró contra uno de sus senos y Lali soltó un gemido aturdida por la sensación, estirando instintivamente el cuerpo inflamado hacia su posesiva mano
Peter apartó los labios de ella y bajó la vista. Aflojó entonces el abrazo y deslizó un tortuoso dedo por el pezón vergonzosamente inflamado contra la barrera de seda enviando fuego al verdadero centro
palpitante de deseo entre sus piernas.  Lali cerró los ojos con una agonía y excitación que la hicieron estremecerse de forma violenta.

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