Monday, June 22, 2015

capitulo 54

—¿Porque te irás? —Peter se puso de pie—. Derrotista como siempre, aziz. Si yo puedo vivir con esa idea, ¿por qué no puedes tú? ¿Y por qué iba a desear yo una relación vacía en el tiempo que nos quede? Yo quiero el oro no el falso brillo. Haremos más que compartir una cama antes de que vuelvas a tu mundo.
Lali inspiró con fuerza y se reclinó mientras él permanecía en una magnífica pose bajo el brillante sol.
—Hace diez días nada de lo que hubiera hecho te hubiera convencido de dejarme sola —le recordó ella con fiereza.
—Hace diez días fui lo bastante tonto como para creer que tu actitud hacia mí era... digamos que estaba... caldeándose, suavizándose. Pero cuando te he visitado en tu cama enferma, sólo hemos hablado del tiempo, de política o de tu investigación.
—¿Te he estado aburriendo?
Lali tenía la cara ardiente.
—Eres demasiado inteligente como para aburrirme y tus observaciones y opiniones siempre me interesan, pero mientras evades cualquier tema personal y pones tanto cuidado en aparentar que te intereso tanto como un desconocido que te encuentras en la calle, todavía siento que estamos en fase de cortejo.
—¿Cortejo?
—No me tratas ni como a un amante ni como a un marido. Me niegas toda intimidad... excepto cuando me miras. Pero si yo he tenido que aprender inglés para comunicarme contigo, tú tendrás que aprender la lengua que yo deseo escuchar.
—¡Lo quieres todo!, ¿verdad?
Sobre todo venganza, pensó con amargura. El sabía que si la tocaba, ella sería suya... pero eso no era suficiente para satisfacerle. Oh, no, él quería meterse en su cabeza y desvelar cada secreto suyo para controlarla por completo.
—¿Lo has dudado alguna vez?
—Bueno, ¿qué quieres saber? No tengo nada que esconder.
—Realmente, aziz. ¿Estás tan desesperada por mi como para hacer una oferta tan inmediata?
Lali extendió las manos con un gesto de suprema frustración y entonces notó la irresistible sonrisa de él y empezó a sentirse tonta.
—Yo debería haber resistido la tentación... pero tú te tomas demasiado en serio. Me has acusado de tantas cosas ridículas. Me río cuando pienso en mis doscientas concubinas, en mi otra esposa, en tu opinión de que era un hombre violento... Y más recientemente la idea de que soy una especie de doctor Jekyll y Hyde, que se convirtió en un monstruo a las pocas horas de casarse contigo. Si no pudiera reírme, estaría amargado.
Lali tragó saliva de forma compulsiva. Ahora que había repetido todas sus acusaciones, se sentía avergonzada por la tolerancia que había tenido con ella.
—Lo siento, pero.... Bueno, tengo algunas justificaciones a mis sospechas —alzó la barbilla—. Mi tía estuvo casada con un árabe y tuvo una experiencia muy traumática. Supongo que lo sabrás, ya que me has hecho investigar.
—No, no lo sabía. La investigación sólo abarcó el año pasado, nada más. Yo también sentía que me estaba entrometiendo en tu intimidad y sólo buscaba información de que no estuvieras comprometida con otro hombre.
—¡Ah!
Ahora era Lali la que estaba desconcertada.
—¿Tu tía? —repitió él mientras empezaban a caminar por la terraza de piedra bajo los árboles.
—Mi tía tiene sólo seis años más que yo. Cuando tenía diecinueve años conoció a un ingeniero iraní en una fiesta.  Mariano era encantador y parecía completamente enamorado de ella. Pero fue un desastre
desde el principio. Desde el momento en que estuvieron casados, él cambió. La trataba como a una prisionera. Ponía pegas a su ropa, a su maquillaje y a sus amigos. La acusaba de coquetear con otros hombres y hasta intentó impedir que siguiera yendo a sus clases. Ni siquiera le gustaba que visitara a su familia. Se volvió también contra nosotros. Y al final la pegaba y ella estaba aterrada... Tuvo que acudir a la policía.
—¿Y me citas eso como prueba de inferioridad cultural?
—¿No lo es?

2 comments:

  1. que bueno que lali poco a poco se habla a peter y le cuente de su vida

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