Thursday, June 18, 2015

capitulo 25

Lali descubrió que si, que quería que la perdiera. Necesitaba una cura para la locura que la afligía y la prueba de que fuera un hombre que descargara su rabia infinita en intentar someter a una mujer podría ser la mejor terapia. Bajó la cabeza con emociones tan conflictivas que la tenían desgarrada.
—¿Y por qué no? Toda esta locura es culpa tuya. ¡Desde luego no es culpa mía! ¿Cómo te atreviste a traerme a este país? ¿Y cómo te atreves ahora a intimidarme?
—No alces la voz donde pueda ser escuchada.
La rabia le había puesto pálido.
—Haré lo que me dé la gana. No te pertenezco como si fuera algún tipo de alfombra que puedas pisar cuando te apetezca y no tienes ningún derecho sobre mí.
—¿Que no? —susurró Peter con suavidad.
—¡Ninguno, así que guárdate tu actitud de macho para tu harén! Tus esperanzas de que me arroje a tus pies son nulas... Antes me cortaría el cuello. ¿Cómo te atreves a hablar de honor cuando ya tienes una esposa? Cuando te llamé primitivo y bárbaro en Inglaterra me quedé corta.
Con la fuerte cara como una máscara, de furia, Peter se adelantó con tal brusquedad que Lali retrocedió contra el respaldo del otomán. Una poderosa mano se cerro sobre su hombro y la sacudió adelante y atrás.  Lali sintió una oleada de pánico ante aquella demostración de violencia y se le escaparon vanos gritos antes de que Peter le tapara la boca óbligándola a callar.
Con los ojos negros muy abiertos y oscuros por el miedo, alzó la mirada hacia él.
—Silencio —ordenó Peter.
Aquella orden era lo que ella había esperado. Con el corazón desbocado, el calor y el peso de su cuerpo, estaba tan inmovilizado corno si la hubieran encadenado.
—Mi gente pensará que no sé controlar a mis mujeres —aseguró Peter con salvaje tranquilidad—. En la cama y fuera de la cama. Nunca he cedido a la vergonzosa violencia ni quiero hacerlo. ¿Lo entiendes o está fuera de tu alcance?
En una niebla de temblorosa inseguridad,- Lali lo miró y quedó atrapada por sus atractivos ojos cargados de rabia.
—Así que, aziz... un grito más y te echaré encima ese cubo de agua para acabar con la histeria.
¿Estoy hablando inglés con suficiente claridad?
Lali asintió bajo su mano.
Entonces la soltó.
Lali estaba tan aturdida que apenas podía funcionar. Había pasado de la rabia al terror en cuestión de segundos. Y ahora se sentía inundada de vergüenza.
Peter bajó la vista hacia ella.
—Dijiste... dijiste que yo ya tenía una mujer. ¿Ha sido eso un intento infantil para difamarme? Ella cerró los ojos con repentina agonía.
—Sé que Belen es tu mujer.
—Yo nunca he tenido esposa. Me prometieron a los veintidós años, a Euguenia, mi prima segunda. Hace cinco años murió en un accidente de coche poco antes de la fecha de la boda.  Euguenia tenía una hermana más joven llamada Belen. Ella no es mi esposa. ¿Quieres que traiga a algún testigo para que te confirme la verdad?
Lali empezó a incorporarse despacio. Estaba intentando recordar lo que le había dicho Zulema y recordó que Belen sólo había parecido sorprendida cuando ella le había confesado lo que suponía.
—Si te hubieras molestado en conocerme algo, sabrías que yo no creo en la práctica de la poligamia. Ni tampoco mí padre. Una mujer al mismo tiempo es más que suficiente para cualquier hombre. ¡Pero no! —Peter soltó una carcajada amarga—. Tú eso no lo ves. Tus ciegos prejuicios son una vergüenza y para una mente académica son imperdonables.

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